Córdoba

Día del Orgullo: «Todos somos, en última instancia, transexuales»

El Día Internacional del Orgullo LGBT —también conocido como Día Internacional del Orgullo— es un día que se celebra mundialmente cada 28 de junio en conmemoración de los disturbios de Stonewall de 1969.

Se realiza para reafirmar el sentimiento de orgullo sobre las orientaciones sexuales e identidades de género tradicionalmente marginadas y reprimidas, y para visibilizar su presencia en la sociedad y sus reclamos.

En algunos países y ciudades coincide con la Marcha del Orgullo y otras festividades relacionadas con el movimiento LGBT. Además, en algunas capitales se celebra también la «semana del orgullo» y el «mes del orgullo», que no siempre coinciden con este día.

En Argentina hay dos días que la comunidad LGBTIQ+ celebra desde hace muchos años. Además del 28 de junio, coincidente con la celebración en todo el mundo, y el primer sábado de noviembre, fecha en que se conmemora la fundación en noviembre de 1967 del colectivo Nuestro Mundo, la primera organización disidente de nuestro país y de América Latina. Ambas fechas conviven y son dos oportunidades en el año de celebrar la diversidad en nuestro país.

Invitada de lujo

En #ciudadu, aprovechando la conmemoración invitaron a la militante y docente cordobesa Milena Moreno para conversar sobre esta fecha y sobre el nuevo contexto para las diversidades y esto fue lo que contó.

Tiempo Disparatado

Lo primero que hay que decir es que este es un tiempo disparatado. Si podemos decir que este es un tiempo violento, que lo es; de amenazas, que lo es; de rechazos, que lo es; también es un tiempo de disparate. Si en el universo de la heteronormatividad se pelean y no hay acuerdos, pueden imaginarse entre la transexualidad. Ocurre que todos somos en última instancia trans sexuales porque ninguno de nosotros tiene la posibilidad de ser un heterosexual puro.

Venimos atravesados, con posterioridad a la pandemia, por discursos de odio permanente; a su vez hay esto de “nos están conquistando”, como si la sexualidad, un hecho absolutamente privativo, fuera una colonización.

Las ultraderechas que están germinando han sido regadas por este líquido de odio que empieza a salir de las personas. Claro, las redes sociales permiten un anonimato, en otra identidad. También hay transexualidad cuando me pongo un nombre y un sexo que no es el mío. Ahí estamos también viendo esta explosión; por un lado recrudece el odio, pero por el otro, me siento cómodo. Puedo reconocer mi parte femenina o masculina a través de las redes sociales.

No es que la red social sea Cómplice. La red social está allí y el que odia, el que es violento, el que no se banca su cuerpo o el cuerpo libre del otro, escribe; escribe y manda fotos y amenazas.

Odio y violencia

El tema es que cuando la red social establece que hay una forma de odio, ¿que pasa en la calle? Hay gente que no escribe pero si actúa como sucedió con las compañeras lesbianas en Barracas, que directamente las quema, las mata. Empieza a venir lo que nosotros llamábamos en aquellos tiempos Torquemada. Y empieza a amenazar y las amenazas terminan siendo directamente asesinatos. Porque hay que decirlo con todas las letras: Asesinatos.

La derecha reclacitrante en los países del mundo siempre estuvo callada ante la conquista de derechos del bien común. Es importante comprender que no se trata de una cuestión política sino cultural.
Si hay derechos para todos entonces esto es “cualquier cosa”. Si hay derechos para cierta gente de la oligarquía, de la aristocracia, de los que quieren seguir manteniendo esclavo al mundo entero, estas son las políticas de la derecha.

Hoy asume un prototipo de la ultraderecha y entrega un comodín, un joker, para que usted lo use como quiera.

Docencia y fortuna

Tengo la fortuna, estas cosas que uno tiene en la docencia, de tener tres cursos con adolescencia transexual y en uno de los casos, directamente hay un fuerte apoyo de los padres y los compañeros lo aman y discuten y tiene, creo, una novia y los padres no saben qué hacer.

Pero los chicos se empoderan: “A ver, pase Fulana”; “no, no soy Fulana, soy Fulano” y una qué hace, los llama como ellos deciden. El tema es que en las libretas escolares todavía aparece el nombre de la identificación propia de lo “legal”. Pero ellos están empoderados, y se plantan en la suya. Y yo estoy feliz porque es cómo que ellos me cuidan a mi, y no yo a ellos.

Androginia y Marcha del Orgullo

Siempre estamos atravesados por el discurso de odio de aquellos que no se animan a ser ellos. Las marchas en Córdoba se han transformando en lo que Robert Graves contaba sobre la festividad anual de las tribus, un día en que podían vestirse de varones las mujeres y viceversa para fortalecer la androginia.

Nosotros somos dos seres en uno y esa mitología que dios, la divinidad, o no sé quién definió que una parte anda en otra y otra en otra. No. Nos han dividido culturalmente, desde el punto de vista del conocimiento pero seguimos teniendo nuestra androginia adentro.

Las marchas en nuestra ciudad se han transformado en una verdadera fiesta. Podemos y pueden salir todos aquellos que se representan y se identifican y tienen miedo. Apoyan y cuidan y fortalecen. Las calles se transforman en las huellas que deja el ser humano. Las marchas dejan la huella de quienes somos, no de quienes quieren que yo sea.

Niñez Trans y ESI

La aparición de casos muy puntuales de infancias trans, de niños y niñas de 2 o 3 años, en los que no hay desde ningún punto de vista la perspectiva de influencia externa, ese dato, que se esta empezando a reconocer, está funcionando como peldaño en las próximas subidas, para que estos adolescentes tomen conciencia. El miedo no es del adolescente que sabe lo que quiere y sabe lo que es, es el miedo de los padres.

La ESI acompaña y fortalece el trayecto adolescente y juvenil sino que genera en los adultos docentes la posibilidad de reflexionar sobre esto. La ESI debe ser fortalecida, más allá de que sea una ley, porque también es un proceso de reconocimiento.

Empleo trans

A la mayoría de las chicas trans que han accedido a trabajos formales y en blanco en instituciones estatales, las han echado como perros. Estos derechos conquistados, estas chicas que eran profesionales en enfermería, en la docencia, en diferentes ámbitos para lo que se habían preparado, han sido despedidas.

Porque sigue esto de que “esas cosas” están ocupando un cargo que es mío. Y se pierde de vista que las personas trans que toman esas posiciones se han capacitado para hacerlo. El silencio es cómplice de la ultraderecha para seguir asesinando y seguir maltratando los derechos de las personas.

No somos hombres y mujeres transexuales, somos personas. Y cuando eso entre en la agenda humana de este mundo globalizado las cosas van a cambiar. Y eso hay que enseñar: que la globalización es humanidad, no poder hablar con mi tía Lola que está en Hungría.

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