Zulma Arnoletto, integrante de Cáritas Parroquial, nos cuenta cómo se organiza el equipo de voluntarios que trabaja incansablemente para atender las demandas de la comunidad. “Somos un grupo de 25 voluntarios que abrimos las puertas todos los miércoles a las 15 horas para recibir a quienes necesitan asistencia”, explica, destacando el compromiso del equipo.
Las demandas principales que atienden en Cáritas incluyen la entrega de módulos alimenticios, ropa, calzado y órdenes de gas. “Tenemos un listado para asegurar que las ayudas lleguen a quienes más lo necesitan, especialmente adultos mayores o personas en situación de vulnerabilidad”, señala Zulma, enfatizando que buscan priorizar a los más necesitados.
En cuanto al nivel de demanda, Zulma comenta que se ha mantenido constante a lo largo del año, con muchas personas acudiendo no solo en busca de ayuda material, sino también de escucha y apoyo espiritual. “Además de los recursos, ofrecemos espacios de reflexión y oración, ya que Cáritas forma parte de una organización religiosa. Es importante brindar una calidad humana más allá de lo material”, añade.
Cáritas Parroquial también impulsa talleres a lo largo del año, como el de costura y tejido, donde se reciclan y reutilizan telas donadas para confeccionar frazadas y otros productos que se distribuyen entre quienes lo necesitan. “Todo lo que recibimos es registrado y reutilizado para un fin útil. Nos aseguramos de que cada donación sea aprovechada al máximo”, asegura Zulma.
Finalmente, Zulma expresa su gratitud hacia la comunidad por su apoyo constante y destaca el lema de este año: “Tu solidaridad, es esperanza”. “A pesar de los desafíos económicos, la providencia divina nos permite seguir ayudando a quienes más lo necesitan. Siempre encontramos la manera de brindar soluciones”, concluye con optimismo, agradeciendo a todos los que contribuyen a que Cáritas siga siendo un pilar fundamental en la vida de muchas personas.