Lamine Yamal, jugador del FC Barcelona, fue el blanco de insultos y gestos racistas durante el reciente clásico español en el estadio Santiago Bernabéu. En respuesta a estos lamentables hechos, LaLiga ha denunciado la situación ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la policía, incluyendo también a Raphinha y Ansu Fati como otros futbolistas afectados por estos ataques.
LaLiga ha indicado que informará al fiscal de Sala Coordinador de la Unidad de Delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía General del Estado, buscando medidas que erradiquen este tipo de conductas del ámbito deportivo.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha condenado enérgicamente los incidentes, afirmando que la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte analizará lo ocurrido. La Comisión Permanente se reunirá este lunes para evaluar las acciones a seguir.
El Real Madrid también ha emitido un comunicado en el que rechaza de manera rotunda cualquier forma de violencia y discriminación. En línea con la postura de LaLiga y el CSD, el club blanco ha instado a la sociedad a adoptar una postura de “tolerancia cero” frente al racismo, afirmando que tales acciones son inaceptables en el deporte y en la convivencia social.
Desde el FC Barcelona, se han manifestado sobre la situación, indicando que están analizando las acciones a tomar tras estos incidentes. Yamal, quien había sido ovacionado por los aficionados en un amistoso previo contra Brasil, experimentó un trato completamente distinto en el contexto del clásico, donde la frustración local se tradujo en ataques xenófobos.
Curiosamente, el árbitro del partido, Sánchez Martínez, no dejó constancia de los insultos en el acta, a pesar de que uno de sus asistentes estaba presente en la zona en el momento de los hechos. La difusión de estos insultos a través de las redes sociales ha generado un llamado a la acción por parte de diversas autoridades, que buscan poner fin a la intolerancia en el deporte.