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Marie Curie, la mujer total

Polonia no existía cuando Marya, Manya, Marie, María, nació: Rusia, Austria y Prusia, en 1867, se la dividieron en partes, como si fueras naciones descuartizadoras. Esa violencia incluía Varsovia, la ciudad natal de Marie.

Marie, que no tuvo, ni en la niñez ni nunca, una vida fácil. Primero su hermana mayor, después su madre: las dos murieron repentinamente y para la más pequeña de la familia, Marie, en su vida sólo asomaba dificultad. Tenía solo 11 años y la muerte golpeaba por dos. Y no iba a dejar de hacerlo.
Pese a un inicio difícil, que podría haber aventurado sobrevivencia y nada más, Marie buscó algo más que eso. En su país invadido y desaparecido, Polonia, reinaba la prohibición del acceso de las mujeres a la universidad. Su hermana Bronya, dos años mayor, emigró a París a estudiar Medicina, en un acuerdo con Marie:

_ Yo me voy a estudiar y vos te quedás aquí a trabajar para costear mis estudios. Cuando yo me reciba, vos venís y yo te costeo los tuyos.

Marie asumió el compromiso trabajando de institutriz durante años. Mientras enviaba lo poco que ganaba a su hermana, organizó en Polonia una escuela clandestina para alfabetizar a la población campesina, más olvidada que de costumbre. Y también participó de la Universidad Volante de Varsovia, un movimiento ilegal de resistencia.

Marie, desde siempre, resistió.

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Cuando Bronya, se hermana, se recibió de médica, cumplió su parte. Y la que viajó a París a estudiar fue Marie. Que no sólo estudió: se convirtió en la primera Licenciada en Ciencias de La Sorbona, la primera en doctorarse en Ciencias en Francia, la primera mujer en ser titular de cátedra de una universidad y la primera Doctora en física de su país adoptivo. Marie, siempre la primera.

Y hablando de primeras, en materia de premios también picó en punta. Hasta hoy se han entregado poco menos de mil premios Nobel en toda la historia. Apenas el 7% ha recaído en mujeres. Y en su mayoría, las han galardonado por sus méritos en literatura y por la búsqueda de la paz en el mundo. Marie rompió con eso. Fue la primera mujer en ganar el Nobel de Física primero y después el de Química. La primera, siempre la primera. Y su herencia también: su hija Irene, Nobel de Química en 1935, fue la segunda mujer en conseguirlo, claro, después de su madre, siempre primera.

Marie solo se preocupaba, a niveles obsesivos, por su laboratorio, Marie era una mujer despojada de todo. A la hora de buscar un vestido, sólo un criterio importaba: el más barato. Einstein en carta privada, llegó a decir:
_ Madame Curie es muy inteligente pero es tan fría como un pez, lo cual quiere decir que carece de todos los sentimientos de alegría o pena. Casi la única forma que tiene para expresar sus sentimientos es despotricando sobre las cosas que no le gustan y tiene una hija, Irene, que es incluso peor: parece un granadero. Este hija está también muy dotada.

Pese a la crítica, Marie y Albert Einstein fueron grandes amigos. Y como buena amiga mayor, Marie le enseñó varias cosas. Entre otras, le habló de su gran descubrimiento: la radioactividad.

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