El expresidente boliviano Evo Morales se encontraba realizando hace seis días una huelga de hambre como medida de presión para que el presidente actual Luis Arce inicie el diálogo para tratar la liberación de sus partidarios detenidos.
Con la huelga de hambre, Evo Morales también reclamaba que se detenga el proceso judicial en su contra por trata de personas y que se lo habilite para presentarse como candidato presidencial en las elecciones de 2025.
Sus seguidores del “Pacto de Unidad Evista” anunciaron que el próximo domingo 10 de noviembre realizarán una reunión de emergencia para analizar los avances en el diálogo con los representantes del presidente Luis Arce. Los protestantes exigen la liberación inmediata de los detenidos durante los operativos de desbloqueo de las carreteras tomadas durante 24 días en forma de protesta contra el gobierno nacional actual. Además, amenazaron con reactivar el bloqueo de carreteras si no se cumple con la demanda.
Evo Morales se encuentra actualmente “atrincherado” en el Trópico de Cochabamba luego de que el Ministerio Público de Bolivia comenzara la investigación en su contra por los cargos de trata de personas y abuso de una menor de edad que habrían ocurrido durante su presidencia.