Inflación y salarios en Argentina: la realidad del primer semestre 2024
Los ingresos son fundamentales para entender la dinámica socioeconómica de un país porque ofrecen una visión sobre la capacidad económica de sus habitantes. Al analizar los ingresos, se pueden entender mejor fenómenos como la pobreza monetaria y las desigualdades económicas, y también la eficacia de las políticas públicas destinadas a mejorar el bienestar de una sociedad.
Los ingresos laborales, como el salario, son la principal fuente de los ingresos familiares. En Argentina, el poder adquisitivo de los salarios ha tenido a lo largo de la historia fuertes oscilaciones, con una trayectoria decreciente desde la década de 1970. En 2023 el salario real fue 31% menor al del pico histórico de 1974. En contraste, el salario real en los países desarrollados creció considerablemente en el mismo período.
En junio por primera vez y más insistentemente desde agosto, el gobierno nacional sostiene que los salarios le ganan a la inflación.
El truco del gobierno consiste en comparar la inflación del mes con el aumento de los salarios del mes. Cómo las paritarias vienen muy rezagadas en la recuperación después del “porrazo inflacionario” del primer trimestre, la afirmación del Presidente es cierta, solo si se mira un mes.
La cuenta en base anual, es bastante más amarga para las personas asalariadas. Pero hubo dos sectores a los que “les fue bien” y sus salarios, en base interanual, crecieron más que la inflación.
Ganadores y perdedores
La gráfica preparada por argendata, el sitio web de FUND.AR que compila datos sobre diferentes aspectos de la realidad nacional, muestra el detalle de la evolución interanual de los salarios, evaluada por sector, comparando los ingresos del primer semestre de 2023 con los del primer semestre de 2024.
Allí puede verse claramente que la gran mayoría de los asalariados de Argentina perdieron porcentajes variables, pero dos sectores son la rara excepción del panorama general: Petróleo y Minería por un lado y Pesca por otro son los ganadores. Claro, el crecimiento respecto a la inflación es apenas algo superior al 1%.
En un escenario de pérdidas generalizadas, el alza será pequeña, pero da cuenta de en qué sectores creció la demanda de empleo.
La tabla del descenso
El resto de los sectores, perdieron todos contra la inflación. Pero no todos perdieron igual.
En las grandes comparaciones, el sector privado perdió cerca del 10% cuando el total promedio de la economía sufrió una pérdida de casi 15% y el sector público, claramente el más golpeado, casi llega al 25%.
En los sectores individuales, los que menos perdieron fueron Finanzas y Agro, los dos cerca del 5%. En el otro extremo, los grandes perdedores muestran como funcionó la “Licuadora” del gobierno nacional, congelando salarios: Enseñanza Pública, Salud Pública y Administración, son los tres sectores que más perdieron en la comparación interanual.
El sector de contratación privada que más perdió fue el Servicio Doméstico, claramente, las que tienen menos posibilidades de defender sus ingresos porque no funciona una paritaria formal.