Con 40 años de democracia ininterrumpida, Uruguay elige este domingo nuevo presidente.
Se trata en la previa de una jornada con gran incertidumbre electoral, ya que nadie anticipa categóricamente un resultado y todas las encuestas reflejan empate técnico. A poco del cierre de los comicios, hubo una alta participación del electorado.
Las consultoras mostraron antes de la veda electoral un escenario cerrado, con leve ventaja para el candidato de la oposición, Yamandú Orsi, del Frente Amplio, frente al candidato del oficialismo,Álvaro Delgado de Coalición Republicana.
Los dos bloques llegan en paridad de condiciones, con una aparente leve ventaja de Orsi dentro de un estrecho margen de empate técnico
Para dar un ejemplo, la consultora Factum le asigna sólo el 0,5% de diferencia (47,1 a 46,6), casi lo mismo que Cifra (47 a 46,4). Otras consultoras le dan de dos a cuatro puntos arriba.
En general, los analistas prefieren la cautela y coinciden en que el pronóstico es “más complejo” que otros años debido al escenario “muy cercano” entre ambos candidatos.
De todas maneras, ambos candidatos tienen similar intención de voto y entre los “indecisos” hay alta “volatilidad”, lo que hace todavía más complejo cualquier pronóstico.
El Frente Amplio confía en la identidad partidaria como recurso electoral, que es mayor al de sus oponentes. Eso toma cuerpo en la figura del expresidente José “Pepe” Mujica, que pese a sus dificultades de salud, hizo spots para televisión, dio entrevistas y participó de actos proselitistas.
La alianza oficialista Coalición Republicana espera que los uruguayos valoren positivamente el rumbo que ha tomado el país bajo la administración de Luis Lacalle Pou, que tiene 50% de aprobación a su gestión y apenas 31% de desaprobación.
Poco más de 2,7 millones de uruguayos están llamados a las urnas este domingo. Para convertirse en el sucesor de Lacalle Pou será necesario obtener una mayoría simple. Quien obtenga la victoria gobernará Uruguay entre el 1 de marzo de 2025 y el 1 de marzo de 2030.
El voto de Mujica
El expresidente Mujica votó a primera hora este domingo. El líder de centroizquierda dijo que "Uruguay se ha ganado el reconocimiento de ser estable y tener una ciudadanía que respeta las formalidades institucionales, algo que no es poca cosa en una pobre y golpeada América Latina”.
“El gobierno que venga, sea cual sea, va a tener que tener capacidad de crear un clima que permita acercarse a negociar e intercambiar. Un clima como cuando estaba (Alejandro) Achugarry de ministro (durante el gobierno de Jorge Batlle). No quiere decir que coincidiéramos sino que nos respetábamos. Hablamos a cada rato”, expresó Mujica, haciendo una análisis de la composición que la nueva administración podría enfrentar en el Congreso.
“No tengo más nada que esperar. Mi futuro más próximo es en el cementerio, por razones de edad. Pero me interesa la suerte de ustedes, de los jóvenes. Que cuando tengan mi edad van a vivir en un mundo muy distinto”, reflexionó y agregó una lectura que puede resultar trascendental en el siglo XXI.
“Tener plata para meter en la cabeza de los chiquilines, para que estén a la altura de la sociedad del conocimiento. Porque si no, como dice Harari, vamos a pertenecer al mundo de los irrelevantes. El mundo está cambiando”, dijo.