La Casa Rosada ensayó el miércoles por la tarde una fuerte respuesta tras la la advertencia del senador kirchnerista José Mayans sobre el rechazo de las designaciones de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para el caso de que el presidente Javier Milei los designase en comisión por decreto sin esperar a que la Cámara alta le otorgue su acuerdo a los candidatos.
El 29 de diciembre se retira el “jubilado” Maqueda y, en ese contexto, las designaciones pendientes en la Corte Suprema se hacen cada vez más necesarias porque, reglamentariamente, solo podrían salir fallos en que coincidan los tres integrantes que quedarán en funciones: Lorenzetti, Rosatti y Rosenkrantz.
Mayans entregó en mano al jefe de ministros, Guillermo Francos, una nota donde se advierte que el kirchnerismo pedirá “inmediatamente” la “destitución” de los jueces nombrados por decreto.
La respuesta desde Casa Rosada no se hizo esperar: “El Senado no puede voltear un nombramiento en comisión”, fue el mensaje que hicieron trascender según confirman diversos medios.
Desde el corazón del Ejecutivo consideraron que “Mayans cree que somos (el expresidente Mauricio) Macri y que nos puede amedrentar. No termina de entender lo que viene pasando en la Argentina”.
De hecho, sin ninguna consideración respecto al remanido concepto de “seguridad jurídica”, el oficialismo extiende su amenaza mucho más allá. Advierten que si el Senado cuestionase estas designaciones, el ejecutivo avanzará en la designación de las 150 vacantes que hay en la justicia más el procurador general, el defensor general, y el defensor del Pueblo.