Córdoba

El Bare Knuckle, el deporte que roza la brutalidad

Narices fracturadas, costillas fisuradas, traumatismos craneoencefálicos, hombros y codos dislocados, pómulos cortados, ojos moretoneados, mandíbulas quebradas y órganos dañados. Todo esto puede pasar en una pelea de boxeo cualquiera; ahora, hasta dónde puede llegar el cuerpo humano cuando con lo que se golpea no es un guante, sino directamente los nudillos.

Las peleas se realizan en un ring muy similar al del boxeo convencional, dependiendo la empresa organizadora el mismo puede ser cuadrado o circular. En caso de que se solicite, los luchadores pueden vendarse la muñeca y la parte media de la mano, eso sí, sin gasa ni cinta.

2 minutos por round, que pueden llegar a ser 7 en base de la categoría del combate. Sin codazos, patadas, golpes bajos ni agarres y lo más importante: los competidores deben dar el 100% de esfuerzo y dejar el cuerpo en el ring.

Si bien Reino Unido es la cuna de esta disciplina, en la actualidad Estados Unidos se está llevando todas las miradas.

Igual que una película

Franco Tenaglia es argentino y un referente de este deporte, pero los contactos del ambiente por donde se movía lo llevaron a conocer a gente de la mafia chechena.

Allí peleó para el evento llamado “King of the streets” (Reyes de la calle), que tiene más de un millón de suscriptores en YouTube.

Tenaglia asegura no poder creer que haya un canal oficial de ellos, ya que cuando él arrancó con esos choques los espectadores no podían ni llevar el celular.

Es más, durante sus primeras luchas allí, lo llevaron con los ojos vendados al lugar, ya que la ubicación era secreta. “Son eventos cerrados, de poco público. Va gente de mucho dinero que se emborracha, toma merca y empieza a apostar. Se pelean como perros de batalla. Hice un par de peleas y los chechenos se enamoraron de mí”, relató.

Para ellos peleó entre otros países, en Polonia, Suecia y Hungría. “Hacen peleas del estilo ‘extrema derecha contra extrema izquierda’. Yo no soy de ninguna, pero ellos manejan esos morbos. Como también ‘nazis contra antinazis’ y esas cosas”, contó.

“Uno de los lugares al que fui era un garaje en el medio de las montañas y había hasta nieve. Los tipos están armados con AK-47, no es ninguna joda. Están todos con máscaras y no es por show. Si se pelean hooligans o barrabravas de la mafia de Polonia contra los de Serbia, si se arma un quilombo en el evento se pueden disparar y apuñalar. Son todos tipos re locos. Entonces, tenés que tener gente que organiza que sea potente”, destacó. El árbitro, por ejemplo, lleva una pistola en la cintura.

Al pelear sin guantes en piso de cemento, los riesgos de terminar lastimado son grandes. “Hay gente que terminaba muy mal. Yo peleé en piso de concreto. Las rejas del octágono son de metal. Podés morder al tipo, meterle los dedos en los ojos: es lo más violento de lo más violento”, dijo Tenaglia.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba