Tras 144 votos a favor y 98 en contra (más algunas ausencias y abstenciones), la Cámara de Diputados aprobó ayer el proyecto de “Ficha Limpia”. De aprobarse también en la Cámara Alta, impedirá competir por cargos electivos a aquellas personas condenadas en segunda instancia por delitos de corrupción, siempre que esa condena haya sido dictada, como mínimo, 180 días antes de los comicios.
La cordobesa Carmen Álvarez Rivero mostró su satisfacción por lo que, hasta ahora, podría considerarse un triunfo del Gobierno y sus aliados, pero advirtió que el pase por el Senado “siempre es más pesado, más difícil, más denso”.
La representante del Frente Pro en la Cámara Alta destacó que sería necesario incluir otros delitos, además de los relacionados a la corrupción: “Es lo que uno desearía y es lo que el sentido común de la calle te indica. Hasta para sacar la matrícula de un taxi tenés que estar limpio”. Sin embargo, aclaró que eso no sucederá en el cortísimo plazo: “No voy a buscar ahora perfeccionar la ley, no me voy a poner a buscar el pelo al huevo, pero sí después uno puede presentar proyectos para ampliarla y responder un poco más al ciudadano.”
Álvarez Rivero también respondió a las acusaciones de la oposición, que sostienen que el objetivo detrás de este proyecto es evitar futuras candidaturas de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Eso no es verdad, esto es un paso siguiente al `que se vayan todos´. Si Cristina protesta, que se jorobe".
Por último, opinó sobre el dictamen logrado ayer en comisiones, que avala la candidatura de Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia, y aumenta las chances de que la misma sea tratada en el Senado: "Fue una fea sorpresa la que tuve ayer. Yo ya he sido bastante contundente, y digo `No a Lijo´. Es ir un poquito a contramano de la mejora en la calidad institucional. Esto le hace mal a la Justicia, le hace mal a la Argentina".