Fingir una crisis y culpar a Caputo: la estrategia de Milei para lavar su imagen
El Gobierno Nacional pone en marcha una estrategia para desviar la atención del presidente Javier Milei, concentrándose en cuestionar a su asesor presidencial, Santiago Caputo, debido a su intervención en la entrevista en la que el mandatario intentó aclarar su vinculación en el caso conocido como criptogate.
Los principales portavoces del gobierno han criticado las acciones de Caputo, que ahora acepta las críticas sin protestar.
Tras la viralización en redes sociales del momento en que Caputo interrumpió al presidente y le sugirió modificar su respuesta, la Casa Rosada decidió exponer “un conflicto” que esconde aspectos más complejos: lavar la imagen de Milei, en un escándalo por estafa sin precedentes y de impacto internacional.
“El presidente es inocente, lo malo es su entorno”, es la frase que define la estrategia. Incluso el propio Milei en la entrevista cuestionada lo afirmó como única autocritica: “Tengo que levantar más murallas, que no sea tan fácil acceder a mi”. Y en en el tono de esa sintonía, Caputo asume ese rol para sacar al presidente del foco.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se unió a las críticas al afirmar que la intervención de Caputo fue "una tontería" y añadió que "habrá aprendido una lección: nadie es infalible". "Todo tiene sus límites, el Presidente ya se lo ha hecho saber, y eso es relevante".
Lo curioso es que, solo 24 horas antes, Francos había defendido la intervención de Caputo, señalando que era una acción propia de su función en una entrevista grabada. "Esas cosas suceden en las grabaciones, cuando algo queda mal, un error, hay que corregir", había explicado.
El primero en marcar la postura oficial fue el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien atribuyó la filtración en redes sociales de una pregunta omitida, en la que Milei mencionaba al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, como responsable de llevar adelante los detalles judiciales del caso.
"No había nada inapropiado en lo que se dijo, pero Santiago Caputo tiene un defecto: la búsqueda de la perfección", comentó Adorni, añadiendo que "por querer ser perfecto cometió un error técnico. Yo no lo hubiera interrumpido".
Aunque Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia, no estuvo satisfecha con la interrupción de Caputo durante la grabación de la entrevista en Casa Rosada, existe una decisión clara de poner en primer plano la disputa interna del Gobierno para restar protagonismo al Presidente.
Tras un fin de semana en el que el nombre de Milei estuvo en boca de todos en las redes sociales y en los titulares de medios internacionales, con un saldo negativo, incluso dentro del ámbito libertario, donde seis de cada seis menciones fueron desfavorables debido al escándalo, Caputo ya era consciente de la estrategia del Ejecutivo de hacerlo responsable de la situación.
En respuesta al malestar que le expresó el presidente, Caputo indicó que reconocía que su intervención había sido "desafortunada" y dejó claro que su renuncia "siempre está a disposición".
"Todo lo que hace el Presidente está bien", es lo que afirma su entorno para protegerlo del error más grave y de trascendencia internacional de Milei, al mismo tiempo que Caputo enfrenta tanto las críticas acordadas como las genuinas, para intentar frenar el impacto.