Córdoba

Comedores comunitarios de Córdoba: la Mesa de Emergencia Alimentaria trabaja en contener la demanda

A medida que el actual modelo “liberal” transcurre, se observan con mayor crueldad algunas de sus consecuencias más directas. Datos sobran: las masivas marchas de los jubilados en reclamo por un salario digno y la cifra del Indec respecto del crecimiento del desempleo durante 2024 en relación a 2023 son sólo botones de muestra de que hay una parte de la sociedad que la está pasando verdaderamente mal.

En ese contexto, la pobreza no es patrimonio de la gestión libertaria, es un flagelo que azota a la Argentina desde hace décadas, sin importar los colores políticos de los dirigentes de turno. Lo dicen quienes trabajan en el sostenimiento de los comedores comunitarios que se multiplican en Córdoba capital. Quienes se codean con “las caras del hambre” dan cuenta de que la situación se agravó a partir de la decisión del Gobierno Nacional de “correrse” de la asistencia a los que menos tienen.

Previsores de que algo iba a ocurrir, en mayo de 2024 un grupo de organizaciones sociales le dio forma a lo que hoy se conoce como la Mesa de Emergencia Alimentaria. Entre otras, hablamos de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC, de La Poderosa, del Movimiento de Trabajadores Excluidos, del Encuentro de Organizaciones, de los Trabajadores Unidos Por la Tierra, del Movimiento Campesino de Córdoba, de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables, del Movimiento Mugica, del Frente Patria Grande, del Frente de Organizaciones en Lucha, de la Red Pueblo Alberdi, de Ciscsa (ONG por el derecho de las mujeres a la tierra, la vivienda y a ciudades seguras) y de la Coordinadora de Barrios Evita.

También le tocó el turno al Arzobispado de Córdoba, entidad que tuvo un destacado aporte al conseguir la participación de los gobiernos provincial y municipal. Finalmente se sumó el Banco de Alimentos, Cáritas Córdoba, el Centro de Almaceneros, el Sindicato de Petroleros Córdoba y la Cámara de Supermercadistas.

Territorio

Entre todas las organizaciones sociales que forman parte de la Mesa de Emergencia Alimentaria figura La Poderosa, una ONG de alcance nacional cuyo rostro más visible es su medio de comunicación: La Garganta Poderosa, revista de destacada trascendencia.

La pata cordobesa de La Poderosa lleva una década y tiene representación con asambleas comunitarias en los barrios Yapeyú, Los Cortaderos y Rivadavia Anexo, en la Capital, y en la comunidad de El Manzano, de Sierras Chicas.

Si bien una de las principales acciones que realiza es a través de sus 13 comedores y merenderos, también brinda espacios educativos, recreativos (apoyo escolar, fútbol, murgas) y laborales, mediante cooperativas de en los rubros textil y de la construcción.

Desde La Poderosa dan cuenta de que “la problemática del hambre tiene persistencia en el tiempo”. Aseguran que “con la Mesa de Emergencia Alimentaria tenemos espacios con una antigüedad promedio de entre siete y 10 años. Lo que sí hemos observado –resaltan- es que producto del corrimiento del Estado Nacional se presenta una doble dificultad: hay problemática para sostener los comedores por falta de recursos y se amplía la lista de espera. Esa lista crece cada día. Cuando se acaba la comida y la gente se queda sin comer, no nos queda otra que anotarlos para tratar de, al otro día, conseguir comida para cuando vuelvan”.

Propuesta oficial

De la última reunión tomaron parte la ministra de Desarrollo Social y Promoción del Empleo de la Provincia, Laura Jure, y el secretario de Políticas Sociales de la Municipalidad de Córdoba, Raúl La Cava. Ambos anunciaron que el gobernador Martín Llaryora y el intendente Daniel Passerini resolvieron cambiar el modo en que el Estado provincial acompaña a los espacios comunitarios. De ahora en más, la Provincia transferirá los recursos al Municipio, quien a su vez tendrá a su cargo la distribución a los comedores.

Según la Municipalidad, en Córdoba hay 1833 comedores y merenderos registrados.

Desde la Mesa de Emergencia Alimentaria reconocen que hasta acá “todo lo conseguido suma”, aunque son cautos para ver cómo avanza ese nuevo mecanismo de distribución de recursos para que a cada comedor le llegue igual o más dinero que el actual, en virtud de que ahora reciben aportes tanto de la provincia como del municipio. El próximo encuentro, previsto para el 3 de abril, será clave para avanzar en la implementación de ese nuevo sistema.

Mientras tanto, el Centro de Almaceneros ya aportó lo suyo: buscaría de implementar un sistema para que los almacenes de cercanía puedan donar alimentos a los comedores.

Para más adelante quedaron otros pedidos como la ampliación presupuestaria, un sistema de compra pública de alimentos a cooperativas y la declaración de la emergencia alimentaria, algo que ya hicieron la ciudad de Santa Fe y la provincia de Entre Ríos, ambas integrantes de la Región Centro, aunque por ahora esa iniciativa no se ve con buenos ojos por el Centro Cívico.

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