Córdoba

Murió en la cárcel «El Turco Julián», el represor que torturaba con esvásticas

Falleció en la cárcel Julio Simón, más conocido como ‘El Turco Julián’, uno de los policías torturadores del centro clandestino de detención El Olimpo durante la última dictadura cívico – militar. Había sido condenado tres veces por delitos de lesa humanidad y cumplía la pena en la Unidad N° 34 del Servicio Penitenciario Federal, en Campo de Mayo.

El 4 de agosto de 2006, Julio Simón se convirtió en el primer condenado por crímenes de lesa humanidad tras la nulidad de las leyes.
La Justicia le dio 25 años de cárcel. Más tarde sumó 23 años por los crímenes del Batallón 601. Y en 2010, el TOF 2 lo condenó a perpetua por los crímenes del Primer Cuerpo, que involucraban al Club Atlético y al Olimpo.

Durante el Proceso de Reorganización Nacional, comandado por Jorge Rafael Videla, Emilio Masera y Orlando Agosti, también estuvo al mando de los grupos de tareas encargados del secuestro y desaparición de personas entre 1976 y 1983.

Luego de que Raúl Alfonsín llegara a la presidencia y regresara la democracia al país, Simón viajó y permaneció en Brasil, donde desempeñó tareas de vigilador y guardaespaldas de manera privada.

Volvió a la Argentina cuando, sancionadas las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, se creyó impune. Entonces brindó entrevistas en las que dio precisiones sobre su participación en la represión ilegal con crudos relatos.

Condenado

Su primera condena fue en 2003, cuando el Congreso Nacional anuló las leyes que impedían juzgar a los responsables de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura.
La segunda fue tres años después, condenado por el Tribunal Oral Federal N° 5 de la Capital Federal, a 25 años de prisión, por la “detención ilegal y torturas” a José Poblete y Gertrudis Hlaczik y por la “ocultación” de la hija del matrimonio que, en ese entonces, era una beba de ocho meses.

Por último, fue sentenciado a 23 años de prisión en la causa ‘Batallón 601’, por “secuestros, torturas y desaparición forzada” de personas, entre los años 1979 y 1980.

Era de público conocimiento el uso de esvásticas y el pronunciamiento de su antisemitismo, particularmente, cuando torturaba a personas que profesaban el judaísmo, incluso, el director de cine Jorge Taglioni (secuestrado junto a su mujer embarazada en el año 1978) relató que utilizaba "bandera nazi" como brazalete y mostraba “mayor ensañamiento” en las torturas a los detenidos judíos que permanecían en El Olimpo.

No lo dejaron salir

La Cámara Federal de Casación Penal había convalidado precisamente el martes de la semana pasada el rechazo de la prisión domiciliaria solicitada por la defensa del “Turco Julián”.

Simón, de 82 años, purgaba su condena en la Unidad N° 34 del Servicio Penitenciario Federal, ubicada en Campo de Mayo. Su defensor público oficial le había requerido al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 (TOCF) porteño, a cargo de la ejecución de la pena, que dictara la morigeración de su detención, en tanto alegó que el condenado tenía “graves problemas de salud”.

Al momento de resolver en noviembre pasado, uno de los integrantes del TOCF rechazó ese planteo tras considerar la gravedad de los delitos atribuidos y el compromiso del Estado Nacional para reparar a las víctimas de lesa humanidad. También evaluó que el complejo penitenciario estaba garantizando el acceso a la salud de Simón y que su defensa, a su vez, no había brindado un domicilio certero para cumplir con un eventual arresto domiciliario.

El abogado del ex policía impugnó esa decisión para tratar la solicitud en la Cámara Federal de Casación, máxima instancia penal del país. En sus agravios habló del “deterioro que sufre la salud del Sr. Simón, persona de más de 80 años, quien no está en condiciones de continuar alojado en una unidad carcelaria, por lo que su actual detención significa un trato cruel, inhumano y degradante”.

Además, señaló que “conforme surge de los innumerables informes médicos agregados al legajo (…), Simón es un interno de 82 años que tiene graves problemas de salud, pues padece diabetes mellitus tipo 2, enfermedad coronaria (by pass), dislipidemia, hipertensión arterial, prostatismo, disminución de la agudeza visual, hipoacusia bilateral, hernia inguinal bilateral no complicada y deterioro cognitivo moderado-severo”.

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