Las 5 preguntas claves sobre los cambios en la ciudadanía italiana
La reciente decisión del Gobierno italiano, respecto a cambiar los requisitos para ser ciudadano, dejó paralizado a un porcentaje importante de argentinos. El senador de la República Italiana, Mario Borghese, despejó dudas en torno al tema en “Mira Quien Habla”.
¿Qué sucedió?
“El Gobierno italiano entre gallos y medianoche hizo un decreto-ley, que sería como un DNU, donde no solamente limita la transmisión de la ciudadanía, sino que también cierra las oficinas”, explicó Borghese. Lo central es que, a partir de ahora, solo quienes tengan padres o abuelos nacidos en Italia podrán realizar el trámite.
¿Corren peligro las ciudadanías que ya fueron otorgadas?
“No, las ciudadanías que ya están dadas, no, porque eso es un derecho. Está en juego la transmisión de los que ya somos ciudadanos”.
El senador remarca que las modificaciones eran necesarias “para estar en los estándares de los países europeos, porque Italia transmitía la ciudadanía sin límites”, sin embargo, lamenta que fuera “de este modo y con este caos”.
¿Cómo será el nuevo trámite para hacer la ciudadanía?
La nueva ley le quita poder a los consulados y centraliza todo en una única oficina central en Roma. No será necesario personalmente a esa oficina, pero habrá menos facilidades: “El decreto dice todo con papel, nada de telemático. Se envía todo por correo y la comunicación con la oficina es solamente a través de mail”.
¿Desde cuándo está vigente esta modificación?
El decreto fue aprobado el 28 de marzo de 2025 y entró en vigor inmediatamente. Esto quiere decir que las carpetas presentadas hasta el día 27 son válidas. El resto, por ahora, entrará en stand by hasta que el decreto se apruebe o se rechace.
¿Hay posibilidad de una vuelta atrás?
Tal como sucede con los DNU en Argentina, los decreto-ley italianos deben ser validados por el poder legislativo: “Lo tiene que aprobar el Parlamento y los números no están hoy en día. Si no lo ratifica el Parlamento, vuelve todo para atrás”.
Los especialistas recomiendan que quienes estaban preparando la documentación necesaria no dejen de hacerlo, porque la votación será dentro de los próximos 60 días. En el caso de que el Parlamento rechace la nueva ley, todo vuelve hacia atrás y el trámite será igual a como lo era el 27 de marzo pasado.