Las autoridades del CIN exigen una ley de financiamiento universitario
Las universidades públicas atraviesan una grave crisis económica tras confirmarse que deberán operar durante este año con el mismo presupuesto aprobado en 2022, sin actualización por inflación ni ajustes que contemplen el crecimiento de la matrícula, los costos operativos o las paritarias docentes. La decisión ha encendido las alarmas en la comunidad educativa, que advierte sobre un inminente colapso del sistema universitario nacional si no se toman medidas urgentes.
En diálogo con el programa de Canal 10, Fuerte y Claro, el vicepresidente de la entidad que nuclea a rectores y rectoras de las universidades públicas, Mario Bartolacci lamentó la situación que viven diariamente y remarcó el escaso diálogo que entablan las autoridades nacionales con ellos: “Es muy desgastante tener que estar todos los meses pidiendo lo mínimo e indispensable que corresponde para que las universidades puedan funcionar bien”, indicó.
Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) señalaron que el presupuesto reconducido no alcanza para sostener el funcionamiento básico de las casas de estudio, afectando desde el pago de servicios hasta el mantenimiento de edificios y la continuidad de programas de investigación. En algunas universidades ya se aplican recortes de luz y calefacción, mientras que otras evalúan reducir la carga horaria o cerrar turnos nocturnos.
“Por segundo año no tenemos presupuesto aprobado y eso nunca es una buena noticia para el sistema universitario(…) En materia salarial, el escenario es más sombrío y dramático. El desfasaje producido entre el proceso inflacionario y los aumentos otorgados desde fines de 2023 a marzo de 2025 es más del 80 por ciento, lo que empuja a miles de docentes y no docentes de las universidades a percibir salarios por debajo de la línea de pobreza”, indicaron desde el CIN en un comunicado publicado tras el nuevo plenario de rectoras y rectores.
Además de la situación presupuestaria, preocupa el impacto en la calidad académica y en los sectores más vulnerables, que podrían quedar excluidos ante el deterioro de las condiciones de estudio. La falta de inversión también compromete proyectos científicos y tecnológicos estratégicos para el desarrollo del país.
La comunidad universitaria advierte que, de no haber respuestas concretas, se profundizarán las medidas de protesta en todo el país.
“No percibimos buena voluntad y no hay noticias respecto a desandar el proceso de financiamiento del sistema científico, es por eso que lo mejor es discutir en el ámbito del congreso”, subrayó Bartolacci.