Córdoba

El Papa llamó a «tender la mano al que ya no puede más»

La Misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro fue presidida por el cardenal Leonardo Sandri, quien también leyó la homilía del Papa Francisco, ausente de la ceremonia completa por motivos de salud, aunque tuvo una aparición sorpresiva para saludar a los fieles y decirles: “Feliz Domingo de Ramos y feliz Semana Santa…!”

Luego, en su homilía, leída por el cardenal Sandri, el Pontífice invitó a los fieles a vivir una Semana Santa llevando no sólo su propia cruz, sino también la de quienes sufren alrededor: “La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más”.

Así la Semana Santa comenzó en el Vaticano con una invitación clara del Papa Francisco: convertirse en cireneos de los demás, cargando no solo con nuestras propias cruces, sino también con las de quienes sufren cerca o incluso cargando con la de aquella persona desconocida que “una casualidad” hizo que encontráramos. Su homilía durante la Santa Misa en la Plaza de San Pedro fue leída por el cardenal Leonardo Sandri, prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales, quien presidió la Eucaristía.

No dijo nada, pero lo hizo todo: el ejemplo de Simón

Son tres los ejes clave del mensaje del Papa para iniciar esta Semana Santa. En primer lugar, el Papa destaca la figura de Simón de Cirene —un personaje que aparece de manera inesperada en el camino hacia el Calvario— que, a diferencia de Pedro, que prometió seguir a Jesús pero lo negó, Simón de Cirene toma la cruz de Cristo y la lleva: “Simón de Galilea (Pedro) dice, pero no hace. Simón de Cirene hace, pero no dice; entre él y Jesús no hay ningún diálogo, no se pronuncia ninguna palabra. Entre él y Jesús sólo está el madero de la cruz” explica el Papa.

Foto: captura de pantalla de vaticannews

La cruz como encuentro con Cristo

En segundo lugar, el Papa nos recuerda que la cruz, cuando llega como imposición o sufrimiento no deseado, puede transformarse en un lugar de encuentro con Cristo si se asume con amor, como le pasó a Simón de Cirene: “El Cireneo es forzado a llevar la cruz; no ayuda a Jesús por convicción sino por obligación” explica el Papa, pero este acto forzado pronto se convierte en encuentro con Jesús y participación en su pasión: “se encuentra en primera persona participando en la pasión del Señor. La cruz de Jesús se convierte en la cruz de Simón. La cruz de madera, que el Cireneo sostiene, es la de Cristo, que carga con el pecado de todos los hombres. La lleva por amor a nosotros, en obediencia al Padre sufriendo con nosotros y por nosotros”.

Foto: captura de pantalla de vaticannews

Ser apoyo para el otro: el llamado central del Domingo de Ramos

El tercer punto clave del mensaje del Papa para el Domingo de Ramos es la invitación a llevar no solo nuestra cruz, sino también la del prójimo y convertirnos en cireneos los unos de los otros: “Sigamos ahora los pasos de Simón, porque nos enseña que Jesús sale al encuentro de todos, en cualquier situación. […] La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más, cuando levantamos al que está caído, cuando abrazamos al que está desconsolado”.

Fuente: vaticannews.va

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