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Diputados formalizó la citación para interpelar a Guillermo Francos por el criptogate

La Cámara Baja confirmó oficialmente la convocatoria a una sesión especial que se realizará el próximo martes 22 de abril, con el objetivo de someter a interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos; al ministro de Economía, Luis Caputo; al titular de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; y al presidente de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva, en relación con el escándalo vinculado a la criptomoneda Libra.

La iniciativa fue avalada la semana anterior gracias al respaldo de bloques opositores, a través de una resolución fundamentada en el artículo 71 de la Constitución Nacional, que permite a las cámaras requerir la presencia de miembros del Ejecutivo para que rindan cuentas y ofrezcan informes.

La sesión está programada para las 14 horas del martes, según lo establece la notificación firmada por el secretario parlamentario, Adrián Pagan, con base en el documento aprobado en la plenaria celebrada el 9 de abril.

Esta comparecencia se llevará a cabo un día antes de que, el miércoles a las 10, quede oficialmente constituida la comisión investigadora del llamado "criptogate", que se abocará a determinar si hubo implicación directa del presidente Javier Milei y otros altos funcionarios en la presunta estafa.

Por ahora, Guillermo Francos es el único que ha confirmado su asistencia, aunque anticipó que no se pronunciará sobre el tema de la criptomoneda hasta la sesión de interpelación.

Si bien el artículo 71 faculta a los legisladores a citar a funcionarios del Ejecutivo, no contempla sanciones específicas si alguno se niega a asistir. No obstante, los diputados podrían impulsar medidas como pedidos de juicio político o denuncias formales en caso de incomparecencia.

La conformación de la comisión investigadora se ha visto sacudida por maniobras políticas tanto del oficialismo como de la oposición. Estas estrategias, orientadas a incrementar la representación dentro del cuerpo, fueron cuestionadas por sectores intermedios como Encuentro Federal y Democracia para Siempre, que criticaron duramente los movimientos de ampliación.

Inicialmente, el grupo iba a estar compuesto por 24 miembros, según la distribución previa al 9 de abril. Sin embargo, la formación de nuevos interbloques por parte del oficialismo, el PRO, la izquierda y sectores escindidos del radicalismo, permitió sumar cuatro escaños más, llevando el total a 28.

Entre esos movimientos se destacan los radicales conocidos como “pelucas”, que se apartaron de la UCR para conformar un bloque propio de seis integrantes, con lo cual los espacios radicales lograron incorporar un representante adicional.

Esta nueva configuración dejó a la comisión en una situación de equilibrio numérico entre oficialismo y oposición, lo que augura un escenario complicado para definir quién asumirá la presidencia del organismo.

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