El arzobispo Ángel Rossi participó en las exequias y se prepara para el cónclave
El cardenal Ángel Rossi vivió un momento de profunda emoción en la Basílica de San Pedro, donde se despidió del papa Francisco, su amigo y referente espiritual.
En un clima de recogimiento, el arzobispo de Córdoba rezó en silencio junto a los restos del pontífice, en una ceremonia íntima marcada por la gratitud y los recuerdos.
Tras el homenaje personal, Rossi fue abordado por peregrinos de distintas partes del mundo que, de manera espontánea, se acercaron para saludarlo y pedir su bendición.
A pesar del cansancio, el cardenal también dedicó tiempo a dialogar con los medios de comunicación presentes en el Vaticano, transmitiendo el clima de emoción y esperanza que se vive en Roma, alentado por el legado de apertura y misericordia que deja Francisco.
El viaje de Rossi continuará en los próximos días con su participación en el cónclave, junto a los demás cardenales, para discernir en oración al nuevo sucesor de Pedro que guiará a la Iglesia universal.
Desde la comunidad arquidiocesana remarcaron que se encuentran acompañando este momento con oraciones por el cardenal y por toda la Iglesia, agradeciendo la vida y el testimonio del papa Francisco, pastor de corazón sencillo, alegre y cercano.