El triunfo de Rosario Central ante San Lorenzo dejó una grave postal en el Nuevo Gasómetro. Durante el festejo del gol de Enzo Copetti, una bomba de estruendo cayó muy cerca de los jugadores visitantes, en uno de los puntos de córner.
La explosión, lanzada desde la popular local, provocó un momento de máxima tensión: el humo cubrió el área, Lautaro Giaccone fue alcanzado por esquirlas y terminó en el suelo, mientras otros futbolistas mostraban evidentes signos de alteración.
El árbitro Leandro Rey Hilfer detuvo el partido durante varios minutos, mientras la seguridad del “Canalla” acudía al lugar y barras de San Lorenzo expulsaban al supuesto responsable de la agresión. A pesar del susto, no hubo heridos graves y el partido pudo continuar.
El hecho será informado al Tribunal de Disciplina de AFA, y San Lorenzo podría enfrentar sanciones. El antecedente de Godoy Cruz, que logró recuperar puntos tras una apelación, genera expectativas en Boedo, aunque no se descarta una clausura parcial del estadio.