Córdoba

Futuro incierto y en caída libre: SanCor enfrenta su peor crisis empresarial

En el Juzgado Civil y Comercial de la Cuarta Nominación de Rafaela se decide un capítulo decisivo para la empresa SanCor. La histórica cooperativa láctea que durante décadas fue sinónimo de producción nacional, integración regional y presencia en las góndolas de todo el país.

El 29 de mayo vence el plazo para que los acreedores presenten la documentación de verificación de créditos dentro del concurso preventivo, una etapa clave para definir la magnitud de su pasivo y establecer el marco legal de lo que vendrá.

El expediente, que fue calificado como “concurso de clase A” por su volumen e implicancias, cuenta con una sindicatura plural para su seguimiento. La expectativa es que esta instancia permita ordenar el mapa de acreedores y habilite el ingreso de posibles inversores interesados en rescatar parte del negocio. No obstante, hasta ahora, las señales concretas son escasas.

Apenas trascendió que un banco extranjero habría iniciado gestiones documentales, lo que lo posicionaría como uno de los principales acreedores, aunque sin manifestar intención de compra.

Siguiendo esa línea, la situación operativa también se cae a pedazos semana tras semana. La cooperativa hoy procesa entre 50.000 y 60.000 litros de leche por día, cuando en sus años de esplendor llegó a manejar más de 4 millones. La planta de La Carlota, enfocada en la producción de quesos duros, permanece cerrada desde enero y por ahora no parece haber fecha de reactivación; además su presencia en el mercado es mínima, y los canales comerciales están desarticulados.

El ajuste fue severo en términos de empleo: en un año, SanCor pasó de tener 1.350 trabajadores registrados a unos 850, producto de retiros voluntarios, jubilaciones y despidos. Incluyendo estas desvinculaciones, aún no se logra estabilizar sus operaciones ni generar flujo de fondos. Las necesidades básicas de inversión, en materia prima, logística y tecnología siguen sin resolverse.

A esta situación económica se suma la presión judicial de los acreedores individuales. Algunos intentaron avanzar con embargos y remates para recuperar activos, como en el caso de Hypred Argentina, que solicitó subastar 43 toneladas de queso. Si bien la Justicia frenó la medida de forma provisoria, el episodio evidenció el frágil equilibrio patrimonial de la firma.

¿Puede haber una reestructuración?

Si bien se conoce que SanCor atravesó múltiples intentos de salvataje, ninguno prosperó. Desde acuerdos con grupos empresariales afines al gremio ATILRA hasta negociaciones con fondos de inversión y capitales internacionales.

En ese contexto, la intervención del juez Guillermo Vales aparece como el último resguardo institucional. El magistrado busca evitar el desenlace de una quiebra tradicional, y analiza la posibilidad de una venta directa o una reorganización patrimonial que permita mantener activa alguna unidad productiva.

La fecha del 29 de mayo será determinante, pero no definitiva. El calendario concursal también establece el 1 de julio como tope para presentar impugnaciones a los créditos verificados. Luego, comenzará un proceso donde se cruzarán intereses legales, presiones económicas y decisiones políticas.

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