Franco Colapinto regresa a la Fórmula 1 con Alpine: sensaciones, objetivos y el desafío de Imola
El piloto bonaerense de 21 años hará su debut como piloto titular de Alpine en la Fórmula 1 este fin de semana en el histórico circuito de Imola, en el Gran Premio de Emilia-Romaña. Este evento marca un momento potencialmente definitorio en su carrera.
Colapinto expresó su profunda alegría por volver a la F1, describiéndolo como su sueño de chiquito y el resultado de mucho trabajo, incluso tras momentos complicados a fines del año pasado. A diferencia de su primera vez, que fue la "novedad", ahora siente que está "volviendo" y se siente "un poquito más parte del F1", incluso mencionando que ya estaba en el grupo de Whatsapp del chat del equipo.
Tiene cinco carreras confirmadas con Alpine, ocupando el lugar de Jack Doohan. Aunque nadie garantiza qué sucederá después, Franco señaló que esto no significa que lo vayan a bajar al terminar ese período, y que "muchas cosas se verán y se valorarán". El llamado para subirse al monoplaza llegó poco después del GP de Miami. Aunque había posibilidades, la confirmación llegó en ese momento, y él ya se había estado preparando en el simulador. Lo tomó con tranquilidad, ya que era algo que quería y buscaba, viéndolo como un objetivo "viable" y "mucho más cercano". Si bien estaba súper feliz, era algo que esperaba. Como él mismo dijo, "uno nunca elige cuándo subirse a un F1", pero este regreso fue un objetivo buscado.
En cuanto a la experiencia, Colapinto se siente "mucho más tranquilo" ahora que ya tuvo la vivencia de subirse a un Fórmula 1, hacer un fin de semana de carrera y pasar por los procesos. Esto le da la tranquilidad de saber cómo serán las cosas. Sin embargo, hay algo que lo inquieta: la falta de ritmo de competencia reciente. Manifestó sentirse "medio oxidado" al haber pasado mucho tiempo sin estar en un fin de semana de carrera. Cree que le llevará tiempo volver a acostumbrarse y estar "fino otra vez". Bromeó comparando su situación con pilotos experimentados como Carlos Sainz o Lewis Hamilton, quienes han dicho que necesitan un año para acostumbrarse a un auto, mientras que él, con muchísima menos experiencia, "necesitaría 5 años".
Sus expectativas inmediatas son claras: quiere "hacer las cosas bien" en Imola e "ir paso a paso". Dado que no conoce el auto, siente que tiene que "empezar de cero". El objetivo principal del equipo es mejorar y volver a ponerlo donde debe estar. Franco indicó que sus objetivos personales "van un poco más allá", pero se irán viendo con el tiempo. Dejó en claro que su objetivo no es simplemente volver a la F1, sino obtener buenos resultados. Considera que el sueño de correr en Fórmula 1 ya lo cumplió, y ahora va por más.
Sobre el auto de Alpine, analizó que su rendimiento es muy dependiente del circuito. Reconoció que la parte del motor les está costando mucho, perdiendo tiempo con la recuperación de energía. Si bien el auto "no va mal", que es la parte más importante, este aspecto del motor influye en saber si están lejos o no de sus competidores. Por ello, la consigna es "seguir mejorando, paso a paso".
El circuito de Imola tiene un valor especial para él. Italia lo trata muy bien, y al igual que Monza, donde debutó con buenos recuerdos, Imola es un trazado "old school", bastante angosto y con curvas muy rápidas. Describió la experiencia de manejar un F1 allí como "increíble". También tiene un valor sentimental al ser un lindo fin de semana para recordar a "Flaco Traverso", a quien llevó en el auto hace un año en Imola y con quien ganó, expresando el deseo de que los esté apoyando "desde arriba".
La preparación incluyó probar un auto de Alpine de hace dos años, lo que le permitió dar algunas vueltas y acostumbrarse al equipo, entendiendo cómo trabajan. Destacó que "todo es muy diferente", incluso los "set-ups" que tienen nombres distintos. Es un poco "arrancar de cero" y acostumbrarse de a poco, lo cual cree que será lo que le permitirá conseguir buenos resultados.
Colapinto también reflexionó sobre la pasión de los fanáticos argentinos y cómo su logro puede demostrar que alcanzar sueños "no es tan imposible" si se intenta y se hace un gran esfuerzo. Recordó los sacrificios hechos de chico, como ser enviado a Italia para perseguir este sueño, y destacó el apoyo recibido que le permitió "volar un poco" en lugar de obligarlo a ir al colegio. Con una sonrisa, mencionó que terminó el colegio el año pasado, por lo que "no me pueden decir nada".
En resumen, Franco Colapinto llega a Imola con la tranquilidad que da la experiencia previa, la conciencia del desafío que implica la falta de ritmo reciente y el desconocimiento del auto, pero con un objetivo claro: obtener buenos resultados y seguir adelante tras haber cumplido el sueño de correr en la Fórmula 1.