Este jueves, a partir de las 11, se realizará una marcha que irá del polo sanitario al Patio Olmos. Los trabajadores de la salud del Hospital Rawson realizarán esta movilización con el fin de obtener:
- Recomposición salarial que lleve el salario inicial al valor de la canasta básica.
- Reincorporación del personal despedido.
- Pase a planta permanente del personal precarizado.
- Reglamentación de la ley 10.889.
- Mejoras del equipamiento, infraestructura e insumos para los tratamientos.
En la manifestación darán a conocer la crítica situación que está atravesando el personal del nosocomio. Entre los reclamos de la Unión de Trabajadores de la Salud, afirman que “la salud pública de calidad, ante todo, es un derecho humano”.
Esta nueva movilización surge luego de más de 50 días de lucha por el despido de 18 trabajadores.
Además, denuncian que con el trabajo de técnicos, bioquímicos, médicos, enfermeros, licenciados, administrativos, camilleros, servicios generales y personal de limpieza se encuentra cumpliendo sus tareas sin discriminación alguna, dejando en claro que la salud pública de calidad, ante todo, es un derecho humano, no una mercancía para quien tenga el privilegio de poder comprarlo.
Advirtiendo entonces que “la salud pública de Córdoba está en peligro”.
"Brindamos medicamentos, métodos anticonceptivos, tratamientos crónicos, estudios de alta complejidad y cirugías de forma gratuita", afirman y destacan que todo y cada uno del personal que trabaja en el nosocomio es necesario para otorgar una atención gratuita y de calidad.
A su vez, afirman que "la cantidad de personal desde hace años es insuficiente" y que "cuando un trabajador se va, no se nombran reemplazos", agregando que “la mayoría de los contratos actualmente son precarios e inestables”.
También existe un reclamo latente por la falta de especialidades, equipamiento e infraestructura, y falta de medicamentos para completar los tratamientos.
Dentro del reclamo que hacen dichos trabajadores, se advierte la existencia de turnos con espera de más de 60 días, lo que hace que las guardias médicas se desborden. Además, el personal, al contar con "salarios bajos, la mayoría de los trabajadores tienen que tener más de un empleo para llegar a fin de mes".
Para concluir, los mismos afirman que "el gobernador Martín Llaryora, en vez de adoptar soluciones, se empecinó en agravar la situación, despidiendo personal" y ajustando los salarios.