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Fuerte tensión: detuvieron a Juan Grabois en el desalojo del Instituto Nacional Juan Perón

Un grupo de exempleados, acompañados por dirigentes kirchneristas como Juan Grabois, de UTEP, tomaron este sábado la sede del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, en el barrio de Recoleta, para protestar contra su cierre y una posible venta del edificio. Fueron desalojados un par de horas después por la policía federal y fuerzas de la ciudad que despejaron la zona y el edificio, y detuvieron al dirigente social.

El Instituto Nacional Juan Domingo Perón, ubicado en Austria 2593 en pleno corazón de CABA, era financiado por el Estado nacional para realizar actividades en torno a la figura de Juan Domingo Perón. Funciona en una construcción que perteneció a la residencia presidencial del Palacio Unzué, donde vivieron Perón y Evita hasta el derrocamiento de 1955. Este edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional por la ley 26.367 el 9 de abril de 2008

La “permanencia pacífica”, según la definición de los manifestantes, había comenzado pasado el mediodía del sábado.

A las 16, los manifestantes celebraron una asamblea en el patio de la casona, donde Grabois anunció con un megáfono que la medida se estiraría por tiempo indeterminado en protesta contra los despidos en el lugar, pero, fundamentalmente como “medida preventiva” frente a una posible venta del edificio, que es patrimonio histórico de la ciudad, remarcó el dirigente social.

La policía llegó al lugar minutos después, pero su intervención se dio una hora más tarde, luego de que el comisario a cargo del operativo pidiera el desalojo y sostuviera una discusión con Grabois, que exigía una orden judicial.

El intercambio fallido conlcuyó sin resultados y abrió paso a la situación que precedió al desalojo: los manifestantes dentro y fuera del edificio, frente a unos 50 uniformados, cantaron en favor de Cristina Kirchner, el PJ en general, y contra el Gobierno.

Mientras tanto, una nueva dotación de uniformados reforzaba el operativo y en un movimento coordinado, detuvieron a Grabois e ingresaron al edificio por una puerta lateral.

La detención fue de común acuerdo, para evitar la “represión”, según dijeron fuentes en el lugar, pero aún así hubo forcejeos y golpes entre policías y manifestantes, que intentaron evitar la detención del dirigente. Ese fue el momento en que la policía utilizó gas pimienta y Grabois fue subido a una camioneta de la policía.

La tensión volvió a escalar minutos después cuando un nuevo grupo de uniformados ingresó al edificio por la puerta principal para concluir el desalojo. Una hilera de policías barrió con el frente del edificio, hubo nuevos forcejeos entre policías y manifestantes.

Previo al desalojo, que se dio sin incidentes mayores, el Ministerio de Capital Humano emitió un comunicado con su postura respecto al cierre del Instituto.

“El Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Históricas Juan Domingo Perón contaba con 20 empleados y generaba un gasto anual de más de 400 millones de pesos”, dice el texto. “A pesar de ser un instituto de investigación, la totalidad de su presupuesto era destinado al pago de salarios y mantenimiento de servicios básicos, no habiendo realizado sus autoridades ninguna investigación a los fines de cumplir con el propósito del instituto”.

Grabois advierte

“Tenemos información de que ya hay un preacuerdo con una inmobiliaria muy grande, pero es patrimonio histórico no se puede vender”, explicó Grabois para justificar la medida, antes de los enfrentamientos y su detención.

“Si el problema es el costo del lugar-sumó- se lo pueden transferir a la Ciudad de Buenos Aires, se lo pueden transferir al Partido Justicialista, lo van a mantener seguro a una ONG, amigos de ellos, [pero] que lo mantengan, que lo preserven como patrimonio histórico”.

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