"Será un trabajo totalmente manual casi artesano, ladrillo por ladrillo", Arturo Brasca, titular de la empresa que tendrá a cargo la demolición controlada de la mampostería del edificio María Reina V, en barrio Güemes, después del derrumbe que se cobró la vida de Ramiro Alaniz Cortés (34).
Después de más de veinte días del desastre, este lunes a la mañana se presentaron en la zona de boulevard San Juan 600 los encargados de la demolición junto a personal de la Municipalidad y de la Fiscalía de Instrucción Nº 10.
Los primeros trabajos consistieron en remover el auto que había quedado bajo los escombros y la estructura de la pérgola de hierro y chapa del bar Posto.
"Era una cosa depresiva venir hasta acá, ver el auto ahí y no poder hacer nada", dijo el dueño del vehículo frente a la cámara de Canal 10.
Diego Mignone, responsable técnico de la demolición, explicó que antes de trabajar sobre la pared de ladrillo visto se realizarán tareas preventivas que consisten en instalar un sistema de seguridad con vallas, verificar si los servicios fueron cortados e investigar en que condiciones está la estructura que se debe derrumbar.
"Posiblemente adentro no le va a pasar nada porque no le van a arrancar la pared, son paredes independientes", dijo el profesional sobre los inquilinos del edificio que viven en los departamentos afectados.
Las condiciones meteorológicas también serán un factor clave a la hora de prever el plazo de ejecución.
"Con viento no se puede trabajar, lluvia menos. Calculamos entre diez y quince días", dijo Brasca. El Servicio Meteorológico Nacional estima que habrá ráfagas de viento sur entre el miércoles y jueves de esta semana.
El titular de la empresa de demolición también comentó que serán dos o tres personas las que trabajarán en altura, desde una guindola, para sacar los ladrillos de forma manual.