Durante los primeros meses de 2025, Aerolíneas Argentinas consolidó un desempeño económico sobresaliente, alcanzando un resultado positivo de 169.012 millones de pesos.
Así lo reveló recientemente la Secretaría de Hacienda, que destacó este logro como el más alto desde que la empresa volvió a manos del Estado en 2008.
La compañía aérea no solo mejoró sus números en comparación con años anteriores, sino que además logró una eficiencia histórica: el margen entre ingresos operativos y resultado económico final alcanzó el 22,78%, un indicador que la posiciona entre las más competitivas de la región.
Este rendimiento marca un punto de inflexión en la gestión financiera de la aerolínea estatal.
Según los registros del Sistema Integrado de Información Financiera de Empresas Públicas (SIFEP), Aerolíneas se ubicó como la segunda empresa estatal con mejores resultados económicos, apenas por debajo del primer puesto por una mínima diferencia de menos de un millón de pesos.
El buen desempeño no es una sorpresa si se tiene en cuenta lo ocurrido en 2024, cuando la empresa cerró el año con un superávit operativo inédito de 20,4 millones de dólares. Ajustes posteriores elevaron esa cifra a 56,6 millones, un hito que sentó las bases del crecimiento sostenido que se observa en el presente.
Una de las señales más claras del cambio estructural es que, en lo que va de 2025, Aerolíneas no ha requerido aportes del Estado para sostener su funcionamiento.
Incluso, la compañía ya notificó al Ministerio de Economía que no necesitará transferencias del Tesoro Nacional durante el resto del año.
Este escenario fue posible gracias a un rediseño profundo de su estructura interna. Desde la empresa indicaron que la estrategia adoptada incluyó una importante reducción de costos, que abarcó la disminución de más del 16% de su plantilla. En total, más de 1.600 empleados dejaron la firma, lo que llevó al número de trabajadores al nivel más bajo en 15 años y redujo el promedio de personal por avión a un mínimo histórico. Además, se eliminaron 85 cargos jerárquicos, entre ellos 8 direcciones y 20 gerencias.
El proceso también implicó acuerdos con los sindicatos a fines de 2024, centrados en elevar la productividad de las operaciones tanto en tierra como en el aire. Desde la compañía aseguran que estos resultados responden a una estrategia integral que combinó eficiencia operativa, optimización de rutas, contención del gasto y una fuerte recuperación de la demanda en los vuelos internacionales.