Javier Milei encara el segundo semestre con una confianza amesetada en las encuestas
En nuestra anterior nota en este espacio apuntamos que el “efecto CFK” posterior al fallo de la Corte se tradujo en máxima polarización y mínima ventaja para el oficialismo: antes de que el balcón de la ex presidenta cobrara centralidad en la agenda, el promedio de las encuestas nacionales arrojaba 37% de intención de voto para La Libertad Avanza (LLA) vs 29% para Unión por la Patria (UP). En las primeras mediciones pos fallo, la media arroja 37% vs 32%, respectivamente. Así, el gobierno encara el segundo semestre del año con un panorama de grieta recargada y confianza amesetada: según la última encuesta de Consultora Delfos, desde abril pasado la confianza en Javier Milei como presidente (calificaciones entre 8 y 10) se estancó en torno al 37%, vs una desconfianza (calificaciones entre 1 y 4) de 54% (gráfico arriba). El 37% que confía se corresponde con el caudal de LLA en el promedio de las encuestas, al tiempo que la nota más baja (47% que le pone un 1) es consistente con el voto a UP en el ballotage de noviembre de 2023: 44,4%. Considerando el promedio, entre mayo y junio la confianza bajó 0,4 puntos.
Asimismo, la confianza en Milei aparece alineada con la imagen de gestión nacional según el mismo informe (gráfico arriba): el 40% de positiva se corresponde con 37% de confianza (la brecha de 3 puntos porcentuales entre datos no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-1,6%), 8% de regular (consistente con el 8% de niveles de confianza entre 5 y 7) y 52% de negativa (la diferencia de 2 pp con el 54% de desconfianza no es estadísticamente significativa).
Con matices en las cifras, pero en la misma línea que Delfos, el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) reportó una caída de 4,6% entre mayo y junio (gráfico arriba). En términos interanuales, la baja fue de 5,1%, con lo cual el nivel de confianza en la actual gestión (2,34) es 2,6% mayor al del registro de junio de 2017 en el gobierno de Macri, quien comparte con Milei una alianza político-electoral y la condición de haber surgido de un ballotage.
Por contrapartida a la baja en la confianza, aún juega a favor del oficialismo la interna no resuelta en la oposición, que deja abierta la disputa por el liderazgo: según Delfos (gráfico arriba), casi 37% no ve a ningún dirigente con chances de construir una alternativa a Milei, lo que perfila una primera minoría donde queda vacante la emergencia de una figura con esa impronta. Por otro lado, desde el pan peronismo kirchnerista, CFK (con 23,3%) y el gobernador de Provincia de Buenos Aires (PBA) con casi 19% compiten por la primacía de esa representación.
Según la última medición de la consultora Pulso Research, también queda vacante el liderazgo opositor: una primera minoría de 43% responde “no hay” o “no sabe”, casi un tercio se inclina por CFK y Kicillof ronda el 8% (gráfico arriba).
Finalmente, la última encuesta de Synopsis avanzó un paso: con el dato de CFK fuera de competencia, midió quién debería liderar el peronismo para quienes votaron a UP en el ballotage de noviembre de 2023. El gobernador de PBA sacó una clara ventaja y más que duplicó a Juan Grabois, quien a su vez duplicó a Sergio Massa (el contrincante que lo derrotó en las primarias de agosto de aquel año): casi 20% vs 10,1%. Por otro lado, Máximo Kirchner rondó el 10% (gráfico arriba). En síntesis: 1) la confianza en el oficialismo se muestra amesetada y con cierta tendencia a la baja en las últimas encuestas 2) la polarización LLA vs pan peronismo perfila una elección competitiva, pese a la interna no resuelta por el liderazgo opositor 3) a ese contexto se suma la decisión del JP Morgan de abandonar sus posiciones en pesos y desarmar su cartera de Lecaps para reducir su exposición al riesgo argentino ante la inminente temporada baja de liquidación de dólares del agro, la salida constante de divisas por turismo y el "ruido político" del proceso electoral en marcha, que hasta ahora arrojó una sola victoria libertaria en los comicios distritales anticipados: la de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con alrededor del 30% de los votos.