Cristina Fernández de Kirchner: «Nunca tuvimos este grado de dependencia»
Cristina Kirchner eligió el Parque Lezama para celebrar el Día de la Independencia y volver a hablarle al pueblo. Bajo un cielo despejado y frente a algo más de diez mil personas que llegaron para expresarle su apoyo, la expresidenta reapareció con un mensaje que se transmitió con un audio propalado para los allí presentes, tal como se había anticipado.
Desde San José 1111, donde cumple arresto domiciliario, denunció que “la independencia está en peligro”, apuntando directamente al “desgobierno de Milei” y a la magnitud del endeudamiento con el FMI, “al que ya se le están incumpliendo las metas”. Y advirtió: “Si no nos ponemos a pensar cómo encarar y resolver esta cuestión, somos boleta”.
La exmandataria subrayó que es imprescindible abordar el problema con “cabeza, corazón y coraje” y convocó al peronismo a defender y reconstruir esa independencia. “Que nos acompañen, porque lo vamos a hacer, como ya lo hemos hecho, y lo vamos a volver a hacer una y mil veces”, pidió. Sus palabras resonaron a pocas horas del cierre de alianzas en la provincia de Buenos Aires, mientras en La Plata se avanzaba en los términos del acuerdo que permitirá al peronismo bonaerenese competir reunido en una sola lista.
Como el pasado 20 de junio, cuando Cristina redireccionó hacia el Parque Lezama el banderazo que se organizaba a las puertas de su casa para evitar caer en provocaciones, el parque volvió a ser protagonista, aunque con una convocatoria menguada respecto a la de aquel día.
Unas diez mil personas, según la estimación de los organizadores, se acercaron al auditorio para compartir el festejo por la fecha patria.
Independencia en peligro
Minutos antes de las cinco de la tarde sonó el Himno Nacional y, de inmediato, se escuchó el inconfundible “Hola, ¿qué tal?” de la expresidenta. “Aunque no parezca, soy yo, Cristina. Con esta voz de ultratumba, producto de una fortísima gripe que todavía estoy transitando”, aclaró en el inicio de un audio de nueve minutos que fue seguido con profunda atención por quienes colmaban el Parque Lezama.
“Como argentina, no recuerdo otro 9 de Julio como este. Desde el año 56, después de que derrocaron a Perón y trajeron al Fondo Monetario, nunca tuvimos este grado de dependencia”, señaló.
Calificó la dimensión del endeudamiento como “un verdadero problema estructural” que condicionará a los próximos gobiernos, y explicó que “los peores vencimientos de deuda, de capital y de intereses, con el FMI y los bonistas, los van a tener que afrontar los próximos gobiernos. Todavía no se le ha pagado un solo peso de capital al Fondo”.
Con dureza la expresidenta advirtió: “Si no nos ponemos a pensar cómo encarar y resolver esta cuestión, somos boleta”. Y propuso un punto de partida: “Resolver, no posponer, como hacen todos, que patean las cosas para adelante. Hay que ponerse a laburar y resolver con las tres C, como digo: cabeza, corazón y coraje”.
Cristina Kirchner también cuestionó de forma directa el modelo del gobierno de Javier Milei, al que acusó de “hacer desaparecer a la clase media argentina”, siguiendo el modelo “a la peruana, esa que tanto le gusta al Toto Caputo”. Los elementos de diagnóstico que eligió fueron “el 90% de la población argentina tiene deudas, y el 12% de los hogares tiene más de tres deudas a la vez. El 76% de esas deudas no tienen cómo pagarlas. Muchos ya están en mora”. Y resumió: “Este es el modelo de Milei: deuda pública, deuda familiar y deuda privada”.
La expresidenta cuestionó la narrativa de la libertad. “¿Sociedades fragmentadas, desiguales, empobrecidas y resignadas? ¿Eso es independencia? ¿Esa es la libertad? ¿En serio? Por Dios…”.
Para cerrar su discurso, llamó a recuperar el sentido de la independencia como proyecto colectivo. “Hay que reconocer que esa independencia, que tanto costó construir, que llevó a nuestros próceres a sacrificar sus vidas, es la que está en peligro y es la que tenemos que volver a defender y construir”.
Ese tramo del mensaje tuvo como destinatario directo los dirigentes y a la militancia peronista: “Esa tarea nos toca a todos nosotros. Como siempre. Si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie. Tenemos que pedir también que nos acompañen, porque lo vamos a hacer, como ya lo hemos hecho, y lo vamos a volver a hacer una y mil veces”.