La verdad sobre los restos óseos hallados en el Campo de la Ribera
En un predio del barrio Ampliación Campo de la Ribera, al sudeste de la ciudad de Córdoba, se descubrió una fosa común que contenía restos óseos de más de 20 cuerpos.
El hallazgo ocurrió durante tareas de excavación en un terreno sin construcciones, a escasa distancia del antiguo centro clandestino de detención utilizado durante la última dictadura cívico militar.
Las autoridades fueron alertadas de inmediato y un equipo de forenses ya se encuentra realizando los peritajes correspondientes.
Antecedentes históricos
Ya en las primeras conclusiones descartaron que se trate de restos pertenecientes a víctimas del terrorismo de Estado, sino que son remanentes de una epidemia de cólera que afectó a la región hacia fines del siglo XIX, especialmente durante el brote cacaecido entre 1886 y 1887.
En este barrio, Ampliación Campo de la Ribera, lo que se descubrió efectivamente es una fosa común con una cantidad inusitada de cadáveres de personas de distintas edades, pero que no están dentro del campo de la Ribera, es decir, en la zona del ex centro clandestino de detención de la dictadura cívico militar.
El reporte científico
En el lugar, Claudina González, antropóloga forense del IDACOR (Instituto de Antropología de Córdoba), que está a cargo de todo este trabajo con un grupo de instituciones, y pertenece al CONICET de la Universidad Nacional de Córdoba, aclaró en declaraciones al programa TANTA TRAMPA de Canal 10 y el streaming de SRT Media, que “estamos ubicados a 300 o 400 metros de lo que es el ex centro clandestino Campo de la Ribera, y estos restos que mencionamos, justamente son restos de una fosa común de un brote de cólera que sucedió en el año 1886, en diciembre y febrero del 86 y 87, y que posteriormente fue lo que dio origen al actual cementerio de San Vicente.”
Según esta explicación, estamos hablando de 100 años antes, de 1970, años de la dictadura cívico militar Argentina, o sea que no hay ninguna relación, le consultamos a la Doctora González quien nos explicó que “no tiene ninguna relación. Lo que estamos viendo acá, lo que pueden ver, estamos excavando, son restos infantiles, de niños, también de adultos, de mujeres, de distintas edades, y ninguno tiene ningún signo de violencia, lo que nos indica que no son restos de esa época.”
Es importante decir que en 1886 cuando fue ese brote tremendo de cólera, la enfermedad se llevaba a las personas en muy poco tiempo, no tenía cura le planteamos, a lo que la facultativa nos señaló que “el cólera, una enfermedad aguda, que se transmite por el agua contaminada, terminaba matando a las personas en dos o tres días. Lo que sabemos aquí es que en lo que es actualmente la zona de Bajada Pucará, fue la primera víctima, una niña, y que los médicos de la universidad hicieron una autopsia y decretaron que la llevó el cólera. Posteriormente, lo que es la legislatura de la ciudad en esa época generó, a raíz de la llegada del cólera, que lo supieron a partir de esto, distintos lazaretos afuera de la ciudad. (2:22) Creemos que acá, cerca del barrio, se hizo un lazareto, que es como un hospital, improvisado o de campaña, para atender a gente que se enfermaba. Entonces, creemos que aquí había una orden religiosa, estamos investigando exactamente cuál es, que atendió a los enfermos de cólera y les dio sepultura en este lugar porque los restos tienen cajones, tienen una capa de cal para evitar que se propagara el virus y porque en esa época se creía que muchas de las enfermedades se transmitían por el aire. Entonces, se les colocaba una capa de cal para evitar también los olores y la putrefacción y evitar la propagación de las enfermedades.”
La Dra. González también explicó que “lo que estamos viendo es que algunos tienen pequeños, unos pequeños botoncitos de vidrio sobretodo en los individuos infantiles, por lo que creemos que quizás en ese lazareto se les dio algún tipo de camisón o alguna prenda por la diferenciación que hay. Los individuos adultos no lo tienen. Además no encontramos mucho más que unos zapatos de cuero, pero no hay ningún otro material de las personas aquí, ninguna ajuar, ninguna otra cosa que nos indique más datos.
Cuando recorrimos el terreno donde estaban trabajando, nos surgió destacar que tiene de un lado y del otro, casas, viviendas y teniendo en cuenta que se creó el barrio allá por el 2011, nos referimos a Ampliación Campo de la Ribera, este espacio ha quedado sin construir, por lo que le consultamos a Claudina González y se estaba por construir alguna casa allí o se ha descubierto esto de manera fortuita ante lo que nos dijo que “ya sabíamos del hallazgo de estos restos. Se puede observar una malla de color naranja, lo que demuestra que en el año 2011, cuando se estaba construyendo el barrio, eran muchos de los restos que se encontraron, algunos están siendo analizados por la licenciada Paula Vega, que está haciendo su doctorado actualmente, y otros de los restos se inhumaron aquí, se reinhumaron, por lo que sabíamos de la presencia de los restos aquí.”
“Y también los vecinos del barrio saben de la presencia de los restos humanos aquí, y este lugar quedó justamente sin construir por eso, este es una parte municipal, entonces los vecinos después le darán el uso que ellos decidan”, nos manifestó Claudina González quien nos remarcó que “la fosa posiblemente sea mucho más grande, pero ya está construido el barrio y ya en el año 2011, se exhumaron algunos de los restos. Lo que creemos que es una fosa de unos 80 metros de largo aproximadamente. Aquí estamos encontrando como la última parte de la fosa.”
Le consultamos cuál es la idea allí, qué piensan hacer, si se va a construir alguna casa o algo en ese lugar, y nos dijo que “no lo sabemos, eso lo decidirá el Centro Vecinal de aquí del barrio y los vecinos. Posiblemente sea una placita o algún lugar especial”, para agregar que “eso ya no depende de nosotros, depende de los vecinos que decidan entre ellos qué es lo que se va a hacer. Nosotros lo que vamos a hacer es exhumar estos restos, los vamos a llevar a unas oficinas de la Agencia Córdoba Cultura y serán analizados. Queremos ver quiénes eran estas personas, cuál era la salud, la enfermedad, el modo de vida que tenían estas personas hace más de 100 años.”
El equipo de trabajo
La doctora González nos explicó quiénes están trabajando allí para destacar a las instituciones que forman parte de esta tarea: “esto es una investigación que nosotros estamos llevando adelante desde el equipo del Laboratorio de Antropología Forense del IDACOR y de nuestro proyecto, que es el Proyecto Cementerios. Dentro de esta investigación, también la licenciada Paula Vega es la que va a llevar adelante su investigación doctoral y va a continuar con el análisis de los restos óseos. También debemos agradecer a la Agencia Córdoba Cultura, que nos ha brindado también mucho apoyo, transporte, cuidado y todos los que son los permisos para hacer esta tarea, al personal de la División de Delitos Culturales de la Policía, a la Fundación del Padre Oberlin, que nos ha prestado maquinarias, y también a los vecinos de aquí de la zona, Claudia y Karina, que nos han ayudado muchísimo, nos preparan comida y nos atienden muy bien.”
Un gran trabajo de todo un equipo en una muestra más de lo que el presupuesto científico para investigación lo permite hasta ahora en la Argentina, con profesionales egresados de la universidad pública y en nuestra ciudad, de la Universidad Nacional de Córdoba, y también integrado por supuesto, por profesionales que trabajan en el Gobierno de la Provincia de Córdoba, todo lo que permite que se hagan este tipo de trabajos.
Jóvenes científicos y científicas, bajo la dirección de la Dra. Claudina González, Antropóloga Forense del IDACOR.