El emblemático quebracho blanco de Villa Allende, estimado en más de 280 años de antigüedad, fue finalmente trasladado este domingo luego de días de tensión social, operativo policial y fallas mecánicas que demoraron la maniobra. El árbol se encontraba en el trazado de las obras de ampliación de la avenida Padre Luchesse, uno de los principales accesos al noroeste del Gran Córdoba.
El operativo incluyó una grúa telescópica especialmente llegada desde Tucumán y un despliegue de efectivos policiales que escoltaron el procedimiento. El sábado por la noche, cuando todo parecía listo, una manguera hidráulica de la grúa se rompió y derramó unos 50 litros de aceite, obligando a postergar el traslado. La maquinaria fue reparada durante la madrugada.
Durante el proceso, se registraron manifestaciones de vecinos autoconvocados y ambientalistas, nucleados en el colectivo “Vecinos y Organizaciones por el Quebracho”, que intentaron frenar la intervención. Denunciaron represión policial, mientras se realizaban cortes, sentadas y vigilia permanente en el lugar. El árbol fue considerado por los manifestantes como símbolo natural y patrimonio comunitario.
Según informaron autoridades provinciales, el traslado se concretó el domingo por la mañana. La raíz principal del árbol se encontraba cortada a cinco metros de profundidad, lo cual facilitó la extracción. El ejemplar fue reubicado entre 35 y 60 metros en una nueva fosa acondicionada con tierra vegetal, compost y sistema de riego.
El secretario de Gobierno de Villa Allende, Felipe Crespo, aseguró que el procedimiento se hizo con “todos los cuidados necesarios” y señaló que la decisión de mover el árbol fue tomada para evitar su tala y permitir la continuidad de una obra vial presupuestada en más de 8 mil millones de pesos. Ahora, la atención estará puesta en el monitoreo de su adaptación: “la naturaleza tendrá la última palabra”.