Córdoba

La batalla más dura de «Locomotora» Oliveras: último parte médico y claves del ACV

La reconocida exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras continúa internada en la unidad de terapia intensiva del Hospital José María Cullen de Santa Fe. Este sábado, 19 de julio de 2025, se cumplen 72 horas desde que fue operada de urgencia por un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, que motivó su internación el pasado lunes.

El jefe médico del Hospital Cullen, Bruno Moroni, informó que Oliveras se encuentra "clínicamente estable" y su pronóstico sigue siendo "reservado". El estado general de la exdeportista no ha presentado cambios significativos en el último día, lo que fue interpretado como una expectativa positiva en el informe del viernes. "Locomotora" permanece sedada, con asistencia respiratoria mecánica y bajo monitoreo neurológico constante. Un equipo multidisciplinario, que incluye especialistas en terapia intensiva, neurología y neurocirugía, la atiende las 24 horas, y se realizan estudios permanentes para evaluar su evolución. Si bien el panorama sigue siendo delicado, los médicos destacan la estabilidad de su estado clínico.

Oliveras, de 47 años, fue ingresada al hospital con un síndrome confusional y pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. Las imágenes de tomografía confirmaron una obstrucción en una arteria cerebral, derivando en una isquemia. Ante el deterioro progresivo de su cuadro, el equipo médico resolvió intervenir quirúrgicamente el miércoles. La operación, una craniectomía descompresiva, tuvo como objetivo principal liberar la presión intracraneal para evitar daños en otras áreas del cerebro.

Alejandra Oliveras, además de su laureada carrera en el boxeo donde fue campeona mundial en cinco categorías diferentes y figura emblemática del deporte argentino, había sido recientemente elegida como convencional constituyente en su provincia en el marco del proceso de reforma de la Carta Magna. Su caso pone de manifiesto la importancia de comprender los accidentes cerebrovasculares.

Un ACV es una interrupción repentina del flujo sanguíneo al cerebro, lo que provoca que las células cerebrales no reciban oxígeno. Existen dos tipos principales de ACV:

  • Isquémico: Es el tipo más común y ocurre cuando un coágulo sanguíneo bloquea una arteria que irriga sangre al cerebro. Este es el tipo que afectó a Oliveras.
  • Hemorrágico: Se produce cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe y libera sangre en el tejido cerebral.

Es fundamental reconocer los síntomas de un ACV a tiempo para recibir atención médica inmediata. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Debilidad o entumecimiento repentino de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Confusión o dificultad para hablar o entender.
  • Problemas para caminar, mareos o pérdida del equilibrio.
  • Dolor de cabeza intenso y repentino sin causa conocida.

Para prevenir un ACV, es importante tomar medidas para reducir el riesgo:

  • Controlar la presión arterial.
  • Mantener un peso saludable.
  • Realizar actividad física regular.
  • No fumar.
  • Llevar una dieta saludable.
  • Controlar la diabetes.

Mientras Oliveras transita esta compleja etapa postoperatoria, su entorno familiar y deportivo ha expresado una gran preocupación y ha agradecido las muestras de apoyo recibidas. Piden cautela y esperan una lenta pero favorable evolución, manteniendo la esperanza ante la estabilidad de su estado clínico.Aquí tiene la reescritura del artículo, diseñada para ser clara, informativa y bien estructurada, con un título atractivo y una bajada concisa:

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