Cuando Javier Milei sostiene que Mauricio Macri fue moderado en las políticas que impulsó durante su gestión (2015-2019) tiene mucha razón: Impulsadas por un boom de electrodomésticos, durante el segundo trimestre de este año las importaciones de bienes de consumo superaron por más de un 7% a las ocurridas durante 2018, año en el que aquella gestión de Cambiemos había propiciado un fuerte proceso de apertura comercial.
Entre abril y junio de este año, las compras totales argentinas al exterior fueron por u$s19.318 millones. En el desglose por rubros uno de los que más subió en la comparación con aquel período gobernado por el líder del PRO es el de bienes de consumo, al incrementarse en un 31% respecto de 2018.
Según un detalle del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), los mayores consumos se dieron en heladeras, lavarropas, hornos, parrillas y planchas, todos productos que no tienen ningún tipo de valor agregado al ingresar a nuestro país.
Otros rubros que también registraron un fuerte aumento en importaciones fueron los de calzado, motos y alimentos.
Alejandro Schvartz, director de Visuar, una empresa familiar de origen y capital argentino con más de 650 empleados, sostiene que "la diferencia entre la producción nacional y el ingreso de productos del exterior es particularmente marcada en segmentos como heladeras y lavarropas. Entre enero y junio, la fabricación local de heladeras creció un 34,3%, pero las importaciones se dispararon un 154%, lo que muestra una clara preferencia por el producto extranjero y un fuerte desplazamiento de la oferta nacional".
Más allá de las complicaciones que tiene para la balanza comercial del país el crecimiento record en las importaciones, cuando se producen particularmente en el rubro bienes de consumo lo que se está poniendo en riesgo –aún más de lo que ya está- es la fuente de empleo de quienes de un modo u otro participan en la cadena productiva nacional.
Así lo entiende el propio Schvartz, para quien "la creciente incidencia de las importaciones está desplazando significativamente a la producción local, debido al volumen exponencial que alcanzaron en los últimos meses".
Escenario
Fundar, una organización dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas, difundió recientemente un estudio en el que pone de manifiestolo grave que puede ser para el entramado productivo nacional el crecimiento desmedido de las importaciones.
Y lo hace con números reales: “hay 431.452 empleos en riesgo por la apertura comercial que está llevando a cabo el Gobierno. La mayoría de esas fuentes laborales se perderán en la industria manufacturera, en sectores como textil, indumentaria, calzado, madera, muebles, y productos electrónicos”.
Sostiene Fundar que “el gobierno de Javier Milei implementó una serie de medidas orientadas a abrir la economía”, que introdujo “modificaciones más profundas que las de la experiencia llevada a cabo entre 2016 y 2019” y que “la entrada de nuevas importaciones representa un riesgo para el entramado productivo y el empleo local”.
En la estimación planteada por Fundar, los puestos de trabajo perdidos por el boom de importaciones representaría “el 1,9% del empleo total del país o el 2,3% del empleo privado total del país”.
“Todo esto –continúa- es producido por la reforma comercial impulsada por la actual administración, como parte de un proceso más amplio de cambio de régimen económico. El nuevo escenariotambiénincluye una profunda reforma fiscal y monetaria”.
Incluso, el estudio admite que el contexto económico dificulta medir con mayor precisión cuál será el impacto de las importaciones en las pérdidas de empleos, ya que la caída de la actividad económica producida en 2024, la devaluación del peso y el aumento del desempleo plantean de movida un escenario inicial con todos los índices a la baja.
Finalmente, en el apartado Desafíos de la Estimación, el estudio da cuenta de que “la pérdida de empleo causada por la desregulación comercial se solapacon la pérdida de empleo asociada a la recesión económica. Mientras que la pérdidade empleo vinculada a la recesión podría considerarse transitoria, el empleo perdidoen los sectores impactados por la reforma comercial difícilmente retorne a los nivelesprevios a la recesión”.