Qué dicen las últimas encuestas en provincia de Buenos Aires
En la elección legislativa de 2023 en la que el gobernador de la provincia de Buenos Aires (PBA) obtuvo su reelección, la lista de diputados y senadores peronistas que acompañó a Axel Kicillof obtuvo 39,3% de los votos, vs 23,7% de La Libertad Avanza (LLA) y 22,3% del PRO: la sumatoria de ambas fuerzas de derecha, que concurrieron divididas, arrojó 46%. Con ese antecedente, más la victoria libertaria sobre el sello amarillo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en abril pasado, el oficialismo nacional forzó una alianza en la cual el PRO se diluye detrás del sello violeta en pos de vencer al peronismo en su bastión. ¿Qué dicen las últimas encuestas realizadas en ese distrito antes del cierre de listas, pero que ya sondeaban escenarios de unidad en los dos principales frentes? Según Mercados y Estrategias (M&E), la sumatoria del peronismo unificado rozaba a mediados de junio el 49% de intención de voto, vs 43,6% de la alianza entre LLA y el PRO (gráfico arriba). De eso resulta una brecha de 5,2 puntos porcentuales (pp) estadísticamente no significativa dado el error muestral de +/-3,9%.
A fines de junio, Tendencias Consultora reportó 40,3% para el peronismo vs 39,5% para LLA, brecha de 0,8 pp estadísticamente no significativa dado un error muestral de +/-1,85%; es decir, un empate técnico (gráfico arriba). A diferencia del estudio de M&E, en este caso los indecisos (11,1%) llegaban a los dos dígitos, planteando un escenario muy competitivo y abierto entre las dos principales formaciones.
Con apenas matices, la última medición de Trends realizada entre fines de junio y principios de julio también arrojó un empate técnico: casi 44% para el peronismo unido vs 42,4% para LLA + el PRO (gráfico arriba). La brecha de 1,3 pp resulta estadísticamente no significativa dado un error muestral de +/-2,7%, y los indecisos rondan el 5%.
En cambio, en su encuesta realizada entre el 27 de junio y el 10 de julio, Management & Fit (M&F) reportó 41,3% para LLA+PRO vs 33,4% para el peronismo K (gráfico arriba). La brecha de casi 8 pp a favor de la derecha unificada se ubica en el límite de la significatividad estadística dado el error muestral de +/-3,5%, pero su relativa amplitud respecto a las mediciones anteriores se vincula con que en el informe de M&F el peronismo no K roza el 6%, muy por encima de lo que registra en los anteriores sondeos.
La última medición de Consultora Delfos, realizada del 11 al 15 de julio con sellos más definidos, estira la ventaja a favor de la Alianza La Libertad Avanza hasta 10,2 pp: 48,3% vs 38,1% de Fuerza Patria (gráfico arriba). La brecha resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-2,4%, y el informe presenta la menor proporción de indecisos: casi 2%. El promedio de esta serie de cinco encuestas arroja 43% para LLA+PRO vs casi 41% para el peronismo K y aliados, un empate técnico. La sumatoria de la derecha se ubica 3 pp por debajo del 2023, mientras que el peronismo aparece casi 2 pp arriba, pero los caudales de ambas coaliciones están dentro del mismo orden de magnitud de 2023 si se considera el error muestral medio.
Por otro lado, dos consultoras relevaron intención de voto en las secciones electorales de mayor peso en el padrón: según Isasi-Burdman, en la primera el Frente LLA aventaja a Fuerza Patria por 16 pp, 48% a 32% (gráfico arriba).
En cambio, según CB Consultora la ventaja para LLA en esa sección electoral es menor a 6 pp: 41,2% vs 35,3%, en este caso midiendo sellos más cabezas de lista (gráfico arriba). Finalmente, ambas consultoras también sondearon la tercera sección de la PBA, tradicional bastión peronista: Isasi-Burdman reportó una brecha de 2 pp para LLA+PRO, que implica un empate técnico (gráfico abajo).
Por contraste, CB reportó una ventaja de casi 19 pp a favor de Fuerza Patria, con la actual vicegobernadora como cabeza de lista: 46,5% vs 27,7% para Maximiliano Bondarenko, de LLA (gráfico abajo). Estas dos mediciones realizadas en secciones electorales clave muestran matices marcados, pues los sellos sugieren una tendencia que cambia sensiblemente cuando se incorporan las cabezas de lista a la disputa. Por lo tanto, habrá que esperar a las próximas semanas para ponderar el factor de arrastre territorial de las candidaturas que compiten.