Córdoba

Empiezan a regir los nuevos aranceles de Trump, que impactarán en la economía global

Después de semanas de marchas y contramarchas, frenéticas negociaciones con más de 170 países y una creciente incertidumbre por el impacto en la economía global, el “día D” de la guerra tarifaria de Donald Trump finalmente empezó: en la madrugada de este jueves los nuevos aranceles entraron en vigor, un paso crucial en la caótica estrategia del presidente norteamericano para reformar el comercio global.

La imposición de nuevos aranceles a unos 90 países desde este jueves (entraron en vigor a las 0 horas de Washington) supuso el último paso de la turbulenta guerra arancelaria de Trump desde que volvió a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado, un plan que tenido varios giros desde que proclamó por primera vez el “Día de la Liberación”, el 2 de abril.

Las políticas comerciales de Trump han tenido como objetivo general remodelar el sistema comercial mundial, que el presidente norteamericano considera que trata en forma injusta a Estados Unidos.

Una de sus promesas en la campaña electoral del año pasado fue reducir el déficit comercial del país. Según un informe de esta semana de la Oficina del Censo de Estados Unidos y la Oficina de Análisis Económico, el déficit de bienes y servicios fue de 60.200 millones de dólares en junio, un descenso respecto a los 71.700 millones de dólares registrados en mayo.

Aunque Trump ha anunciado acuerdos comerciales con cerca de una docena de los socios comerciales, entre ellos el Reino Unido, la Unión Europea (UE), Japón y Corea del Sur, el promedio de impuestos a la importación de bienes alcanzará un nivel nunca visto en Estados Unidos en casi 100 años, lo cual, según advierten los expertos, se traduciría con seguridad en aumentos de precios para los consumidores y las empresas norteamericanas.

Los expertos señalan también que, tanto por impacto directo sobre los productos que exporta EE.UU como por el impacto de los “contraaranceles” que varios países ya implementan, el alcance inflacionario de esta “guerra”, será universal.

“¡Los aranceles recíprocos entran en vigor a la medianoche! Miles de millones de dólares, en su mayoría provenientes de países que se han aprovechado de Estados Unidos durante muchos años, riendo durante todo el camino, comenzarán a fluir hacia Estados Unidos. ¡Lo único que podría detener la grandeza de Estados Unidos sería un tribunal de izquierda radical que quiera ver nuestro país fracasar!“, publicó anoche Trump en su red Truth Social, justo antes de la entrada en vigor de las nuevas tarifas.

X de Trump

Esta mañana, ya con los gravámenes en marcha, volvió a la carga en su red social. “¡Los aranceles están fluyendo en Estados Unidos a niveles que ni siquiera se creían posibles!“, señaló el mandatario.

En conjunto, las acciones de Trump elevarán la tasa arancelaria promedio de Estados Unidos al 15,2%, según estimaciones de Bloomberg Economics, muy por encima del 2,3% del año pasado y el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial.

Hasta el momento, los mercados tomaron con calma la implementación general de los aranceles, un cambio marcado respecto de hace cuatro meses, cuando el primer gran anuncio de Trump generó fuertes turbulencias en las bolsas globales.

Acuerdos y castigos

Algunos de los principales socios comerciales de Estados Unidos, entre ellos la UE, Japón y Corea del Sur, se enfrentarán a un arancel del 15% sobre sus exportaciones a Estados Unidos, tasas que se pactaron en recientes acuerdos comerciales con la Casa Blanca. Otros gobiernos que no pudieron alcanzar acuerdos se vieron afectados por aranceles más elevados.

Brasil es uno de los más afectados, con un arancel del 50%, justificado por Trump en razones estrictamente políticas, en represalia por la evolución de la situación judicial del expresidente Jair Bolsonaro, aliado del líder republicano.

Aunque EEUU fijó un arancel recíproco de 10% para Brasil, Trump agregó un 40% extra producto de la supuesta "cacería de brujas" contra el expresidente Jair Bolsonaro, quien tiene varios procesos abiertos y se encuentra en prisión domiciliara por conspirar para revertir los resultados electorales de 2022.

El mapa de los aranceles de Trump

Las nuevas tasas incluyen un gravamen universal mínimo del 10% Mapa: NYT

Con 35% de impuestos a sus exportaciones, Canadá es otro de los países con niveles por encima del promedio de la nueva escala diseñada por el gobierno estadounidense. Además, Trump cumplió el miércoles su amenaza de duplicar los aranceles a la India, hasta el 50%, como castigo por la continua compra de petróleo ruso por parte de ese país. El gigante asiático es la quinta economía mundial y ha sido hasta ahora un socio estratégico de Washington.

La situación de nuestro país

La Argentina, que con varias misiones en Washington mantuvo negociaciones con los principales encargados de diseñar la estrategia comercial de Trump, quedó entre los países con una alícuota base del 10% sobre sus exportaciones a Estados Unidos.

Más allá de que ese nivel de aranceles es el más bajo de la escala -lo que fue visto en el Gobierno como un guiño de la Casa Blanca a la administración de Javier Milei por su buena relación con Trump-, se esperaba que el país obtuviera un trato preferencial para decenas de productos tras las reuniones con el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, y con con el secretario de Comercio, Howard Lutnick.

El arancel promedio que tenían los productos argentinos hasta abril pasado rondaba el 3%. Otro punto clave es el aumento de los aranceles al acero y aluminio (del 25% a 50%) anunciados por Trump en junio, que afectan a empresas argentinas.

El canciller Gerardo Werthein, junto a otros funcionarios de Buenos Aires y de la embajada argentina en Washington, estuvo al frente de las negociaciones, y se espera que el diálogo pueda continuar dada la sintonía entre ambas administraciones.

En 2024, en la balanza comercial con Estados Unidos la Argentina registró un muy pequeño superávit, de unos 228 millones de dólares, por primera vez en 18 años. El año pasado las exportaciones argentinas hacia Estados Unidos alcanzaron los 6454 millones de dólares (aumentaron 13,2% respecto al año previo), mientras que las importaciones desde Estados Unidos totalizaron 6226 millones de dólares (cayeron 28,6%).

Brasil responde mesuradamente

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, descartó de manera tajante la posibilidad de negociar con su par estadounidense, Donald Trump, tras la imposición de aranceles del 50% a productos brasileños, al considerar que cualquier diálogo en este contexto representaría una "humillación" para su país.

En declaraciones a Reuters desde la residencia presidencial en Brasilia, Lula fue contundente: "El día que mi intuición me diga que Trump está listo para hablar, no voy a dudar en llamarlo. Pero hoy mi intuición dice que él no quiere hablar. Y no me voy a humillar".

Lula calificó las relaciones Estados Unidos-Brasil en su punto más bajo en dos siglos y fue durísimo con su antecesor: "Bolsonaro debería enfrentar otro juicio por provocar la intervención de Trump. Es un traidor a la patria", sentenció el mandatario.

A pesar de la presión comercial, el mandatario explicó que Brasil no anunciará aranceles recíprocos de manera inmediata. En cambio, Lula adelantó que contactará a los líderes de los países BRICS, comenzando por India y China, para evaluar una respuesta conjunta.

"Todavía no hay coordinación entre los BRICS, pero la habrá", anticipó el exsindicalista, comparando la acción multilateral con el poder de la negociación colectiva. "¿Cuál es el poder de negociación de un país pequeño con Estados Unidos? Ninguno".

Paralelamente, Brasil analiza la posibilidad de presentar una denuncia colectiva ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) junto a otros países afectados.

Las expectativas en Estados Unidos

A pesar de la incertidumbre sobre el impacto de la guerra comercial sobre los mercados y la marcha de la economía global, la Casa Blanca confía en que las empresas intensificarán las nuevas inversiones en Estados Unidos e impulsarán las contrataciones de forma que la economía estadounidense encuentre un nuevo equilibrio.

Sin embargo, hasta el momento, los indicios que marcan los economistas es que tanto empresas como consumidores deben prepararse en el corto plazo para aumentos de precios.

El miércoles, tras el sacudón que generó el anuncio sobre las exportaciones de la India, Trump advirtió que podría impulsar más impuestos a China similares a los del otro gigante asiático por sus compras de petróleo ruso.

“Podría ocurrir”, dijo Trump a los periodistas, tras afirmar que esperaba anunciar más sanciones secundarias destinadas a presionar a Rusia para que ponga fin a su guerra en Ucrania. “Puede que suceda. Todavía no puedo decirlo. Lo hicimos con la India. Probablemente lo hagamos con un par de países más. Uno de ellos podría ser China”, señaló.

“Para los países [con gravámenes de 10%] las noticias son menos malas”, dijo William Reinsch, investigador principal y experto en comercio del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington. “Habrá algunos reajustes en la cadena de suministro. Se alcanzará un nuevo equilibrio. Los precios aquí subirán, pero tardarán un tiempo en notarse de forma significativa”, añadió.

Los países con aranceles excesivamente elevados, como la India y Canadá, “seguirán luchando por solucionar esto”, remarcó el experto.

Otro de los países más afectados fue Suiza, cuyo gobierno mantuvo una reunión de emergencia el jueves para decidir sus próximos pasos después de que la presidenta Karin Keller-Sutter regresara con las manos vacías de un viaje de última hora a Washington destinado a evitar los aranceles estadounidenses de 39% sobre los productos del país europeo.

El intento de última hora de Sudáfrica de mejorar su oferta a cambio de un arancel más bajo también fracasó. El presidente Cyril Ramaphosa mantuvo una conversación telefónica con Trump el miércoles y los equipos de negociación comercial de ambos países mantendrán más conversaciones, informaron autoridades sudafricanas.

En medio de la incertidumbre que ha provocado la guerra comercial, y más allá de los constantes elogios de Trump a sus primeros meses de mandato, el crecimiento económico de Estados Unidos se desaceleró en la primera mitad del año, ya que los consumidores moderaron el gasto y las empresas se adaptaron a los cambios en la política comercial, señalaron los expertos.

“Hay indicios de que se avecinan tiempos difíciles. Muchas empresas han estado acumulando stock antes de que entraran en vigor los aranceles”, advirtió Wendy Cutler, vicepresidenta del Asia Society Policy Institute y antigua negociadora comercial de Estados Unidos, a la agencia Bloomberg. “Es casi inevitable que los precios aumenten”, ya que es poco probable que las empresas mantengan márgenes más bajos a largo plazo, añadió.

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