Córdoba

Murió Osvaldo Piro, uno de los grandes bandoneonistas del tango argentino

El tango está de luto con la muerte de Osvaldo Piro, el histórico bandoneonista argentino. El artista falleció a los 88 años y no se han dado a conocer las causas de su deceso. También, fue director, arreglador y compositor argentino de tango, era considerado un referente del tango en el país.
Sus restos serán velados a partir de las 17:00 de este jueves hasta el mediodía del viernes, en el Salón Leopoldo Marechal de La Falda en Córdoba. Piro residía en La Falda, y en 2010 fue declarado Ciudadano Ilustre. También, fue reconocido como Artista Destacado de la Cultura en 2015. El músico fue uno de los grandes protagonistas del Festival Nacional del Tango a lo largo de su historia.
Participó en la primera edición del festival en 1965, y ganó la “Palma de Oro”, máximo galardón del evento en ese tiempo, que volvió a obtener en 1968 con su orquesta. Su última presentación fue en la edición número 40, en 2024.
“La ciudad lo despide con enorme gratitud y reconocimiento por todo lo que nos deja: su música, su legado, y el honor de haberlo tenido entre nosotros. Descansá en paz, Maestro. Tu bandoneón seguirá sonando en el corazón de La Falda”, expresa el comunicado de la Municipalidad de La Falda.

En su vida personal, Piro estuvo casado con la actriz y cantante de tango Susana Rinaldi. Sus hijos son Alfredo y Ligia Piro, que también son cantantes. Osvaldo además era padre de Martín, fruto de su relación con María José Mentana y de Lara, una reconocida abogada.

Osvaldo Piro junto a su pareja Susana Rinaldi Foto Franco Fafasuli / Infobae

Su carrera abarcó más de seis décadas, durante las cuales se convirtió en una pieza clave de la renovación del tango y un puente entre las generaciones tradicionales y contemporáneas.
Osvaldo Piro nació en 1937 en Villa Mercedes, San Luis, luego se crio en Córdoba, donde dio sus primeros pasos en la música. A los 10 años ya tocaba el bandoneón y, poco tiempo después, integró orquestas típicas locales. Su vocación lo llevó a Buenos Aires, la capital del tango, donde se formó con grandes maestros y comenzó a destacarse por su estilo expresivo y su depurada técnica.

Trayectoria junto a los grandes del género

En los años 50 y 60, Osvaldo Piro integró y dirigió diversas orquestas. Tocó junto a figuras como Leopoldo Federico, Horacio Salgán, Aníbal Troilo y Astor Piazzolla, con quien compartía la búsqueda de un tango renovador, más cercano al lenguaje de cámara o sinfónico.
En 1965 fundó su propia orquesta típica, con la que consolidó un estilo personal, que equilibraba la tradición con nuevas sonoridades. Su formación fue una de las pocas que logró sostenerse a lo largo del tiempo, resistiendo la crisis del tango durante los años 70 y 80.
Piro no solo fue un excelente intérprete: también dejó una obra como compositor, con tangos instrumentales que se interpretan aún hoy en todo el mundo. Algunas de sus obras más reconocidas son Tango del ángel, Retorno, El marino, Conticinio y Rapsodia Tanguera, entre muchas otras.
Además, compuso música para cine y televisión, y trabajó con orquestas sinfónicas, llevando el tango a espacios académicos sin perder su esencia popular.
Piro fue también un gran formador de músicos y un activo promotor del tango en instituciones. Se desempeñó como director de la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires, y fue un miembro destacado de la Academia Nacional del Tango. Su compromiso con la enseñanza y la difusión del género lo convirtieron en una figura respetada por varias generaciones de músicos.

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