Los Modernos vuelven a Córdoba: “El humor después del humor” en el Teatro Comedia
Luego del éxito en el Teatro del Libertador, Los Modernos vuelven a Córdoba Capital con su deslumbrante concierto teatral: “El humor después del humor” en el Teatro Comedia. Funciones: 5, 6, 7, 11, 12 y 13 de septiembre. Anticipadas en: Ticketek.
Libreto original: Pedro Paiva
En escena: Pedro Paiva – Ale Orlando
Vestuario, coreografías y dirección: Pedro Paiva – Ale Orlando
Mucho más que risa…
“El humor después del humor” es mucho más que un espectáculo de comedia: es un manifiesto escénico sobre el lenguaje, la identidad, la cultura y la condición humana, desplegado a través del particular estilo de Los Modernos. Este dúo, formado por Pedro Paiva y Alejandro Orlando, lleva más de dos décadas desarrollando un formato propio de teatro de palabra, en el que el humor se combina con una filosa inteligencia poética, lingüística y filosófica. En esta última propuesta, la obra no solo se pregunta “de qué reímos”, sino también “para qué reímos” y “desde dónde reímos”.
Una estructura probada
La dramaturgia de “El humor después del humor” se estructura como una sucesión de monólogos, diálogos, juegos de palabras, digresiones filosóficas, remates, referencias literarias, musicales y culturales. No hay una línea narrativa tradicional ni personajes con conflicto; la obra se construye desde el ritmo, la oralidad y el pensamiento vivo. El humor es el hilo conductor, donde cada una de las escenas conecta con la anterior y la siguiente por asociación, resonancia o contraste. Este formato fragmentario refuerza la idea de que la risa no necesita de la linealidad, sino de la inteligencia del espectador, su capacidad de hilvanar sentidos y dejarse llevar por un vaivén que combina lo trivial con lo profundo.
Una de las columnas vertebrales del espectáculo es la exploración del lenguaje. A través de juegos de palabras, etimologías absurdas, diccionarios no ilustrados, poesía sonora, trabalenguas y dobles sentidos, Los Modernos elevan el lenguaje a categoría de personaje.
Se revalorizan palabras “malas”, se juega con las clases sociales desde el modo en que se nombra el acto de orinar, se recontextualizan vulgaridades con elegancia y se exponen contradicciones de la norma lingüística. Este trabajo pone en evidencia cómo el lenguaje construye no solo el pensamiento, sino también las jerarquías, los prejuicios y la cultura.
El espectáculo no teme internarse en zonas que el humor tradicional muchas veces evita: la muerte, el poder, la religión, el arte, el sexo, la depresión, la maternidad, el amor, la identidad y el paso del tiempo. Con referencias a Sócrates, Kant, Descartes, Nietzsche o Edipo (en su versión original y paródica), Los Modernos interpelan al espectador desde un humor que no evade la tragedia, sino que la abraza y la resignifica.
Este tipo de humor exige una complicidad intelectual del público, pero al mismo tiempo le ofrece una mirada amable, lúdica, irónica y desestructurada sobre los dilemas de la existencia.
Todos nos identificamos
La obra está llena de referencias a la cultura popular y al pensamiento contemporáneo: desde “neurociencia”, “zona de confort” y “resiliencia”, hasta Instagram, el feminismo, los Beatles, Shakespeare, Disney, Frida Kahlo o las campañas publicitarias. Estas referencias no son gratuitas: se ironiza sobre la banalización de los conceptos, la inflación del lenguaje emocional, el marketing espiritual y la pérdida de profundidad en una época de consumo y sobreinformación.
Aunque el espectáculo es eminentemente verbal, también hay un uso minucioso del cuerpo como herramienta poética y cómica. Movimientos mínimos, coreografías absurdas, gestos contenidos o exagerados construyen una fisicidad que potencia el texto. Asimismo, se recurre a lo cotidiano como materia prima: jaboncitos de hotel, condones, celulares, la figura del portero, las revistas del avión, la depilación definitiva, el pan y el vino… Estos elementos permiten anclar el discurso en lo reconocible, generando identificación y empatía, para luego dar el salto hacia lo simbólico, lo lírico o lo filosófico.