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Alpine: se juega el todo por el todo en 2026

La escudería Alpine ha tomado una decisión drástica que definirá su futuro en la Fórmula 1: apostar todo a la temporada 2026 y, en el proceso, descartar cualquier mejora significativa para 2025. Cuando el nuevo reglamento técnico entre en vigor en 2026, trayendo consigo autos y motores completamente nuevos, todos los equipos comenzarán desde cero. Para los franceses, esta jugada no admite excusas; deberán luchar en la cima o afrontar las consecuencias.

La mente maestra detrás de esta estrategia es Flavio Briatore, quien llegó a Enstone en 2024 como asesor ejecutivo y ha sido el artífice de decisiones de peso. Briatore cerró la planta de motores Renault en Viry, un movimiento audaz considerando que Renault ha desarrollado impulsores campeones de F1, para firmar un acuerdo con Mercedes que los proveerá de unidades de potencia a partir del próximo año. Además, se determinó que todos los esfuerzos de desarrollo se centrarían exclusivamente en el auto de 2026, dejando de lado el A525.

Esta radical apuesta ya ha tenido sus costos. La cosecha de puntos de Alpine en 2025 es paupérrima, apenas sumando 20 unidades, todas de la mano de Pierre Gasly, y ubicándolos en el último puesto de la tabla de constructores. Briatore mismo reconoció el error: “Creo que cometimos un error al poner todos los esfuerzos en el auto de 2026. Pensábamos que el coche de 2025 era más competitivo. Todos los demás mejoraron. Pensábamos que todos estaban desarrollando el auto de 2026 y que no continuaban desarrollando el de este año. Pero no, otros equipos trabajaron más en 2025. Nosotros no; miramos al próximo año y los otros sí”, afirmó.

A pesar de los desafíos actuales, el equipo cuenta con un respaldo crucial desde la cúpula de Renault. La salida del anterior CEO global, Luca de Meo, había generado incertidumbre sobre el futuro de Alpine en la F1. Sin embargo, su sucesor, François Provost, ha dado una clara señal de apoyo a la continuidad de la marca en la categoría, incluso visitando el GP de Italia en Monza para reafirmarlo públicamente.

Además del apoyo ejecutivo, Alpine ha reforzado su estructura técnica. Steve Nielsen debutó como director del equipo en Monza, un puesto vacante tras la renuncia de Oliver Oakes. Nielsen, con experiencia previa junto a Briatore en Benetton y Renault, será clave para la preparación de los autos y el trabajo diario en Enstone y en las carreras.

En cuanto a la alineación de pilotos, la estabilidad de uno de sus asientos ya está asegurada. Pierre Gasly extendió su contrato hasta 2028, con un aumento significativo en su salario y la posibilidad de bonos importantes si logra ser campeón del mundo. Gasly, convencido por Briatore del potencial del equipo, manifestó su compromiso a pesar del rendimiento actual.

El segundo asiento para 2026 aún está por definirse, y el piloto argentino Franco Colapinto emerge como un fuerte candidato. Briatore evaluará su desempeño en las próximas carreras, y las actuaciones recientes del bonaerense han fortalecido su posición. Otras opciones mencionadas incluyen a Paul Aron, el piloto de reserva, y Yuki Tsunoda.

Para Alpine, 2026 representa una encrucijada: será "gloria o Devoto", sin término medio. La escudería se ha jugado un pleno arriesgado, atando su destino a la próxima temporada. Si para cuando la F1 llegue a Madrid en 2027 los resultados no son los esperados, sin dudas habrá consecuencias. Por ahora, los bajos resultados de 2025, si bien significan menos premios económicos, le otorgan a Alpine más horas en el túnel de viento para el desarrollo, una ventaja clave para 2026.

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