El Gran Premio de San Marino, 16ª fecha del Mundial de Moto3, fue el escenario de una emocionante actuación del joven piloto argentino Valentín Perrone. Pese a terminar en la sexta posición, su desempeño dejó en claro que "está en la pelea bien arriba en el Mundial de Moto3". Esta carrera marcó su 13ª vez consecutiva finalizando en la zona de puntos durante su primera temporada mundialista.
Perrone inició la competencia de forma inmejorable, largando desde la pole position. Durante las primeras cinco vueltas, el piloto del equipo Tech3 se mantuvo firme en la lucha por los tres primeros puestos. Sin embargo, en un desafortunado incidente en la quinta vuelta, David Muñoz intentó superarlo y lo golpeó en la rueda trasera, lo que provocó que Perrone cayera al séptimo lugar.
Lejos de desanimarse, el argentino demostró su "ritmo sensacional" y comenzó una remontada imparable. Con "velocidad y tenacidad", Perrone superó a rivales como su compañero Jacob Roulstone, Ángel Piqueras y Adrián Fernández para escalar hasta la cuarta posición. Luego, protagonizó un intenso duelo con el español Máximo Quiles, al que logró superar en la vuelta 13, en un "mano a mano que promete llenar muchísimos capítulos en el futuro".
Su persistencia tuvo recompensa en el 17º giro de los 20 de la carrera, cuando volvió a liderar tras adelantar a Joel Kelso y José Antonio Rueda. No obstante, una pequeña pasada de largo antes de finalizar la vuelta lo relegó al tercer puesto. La definición, como es habitual en Moto3, quedó para la última vuelta, con cuatro candidatos al triunfo: Rueda, Kelso, Quiles y Perrone.
Fue en la curva 13 de la vuelta final donde se selló su destino. En un intento arriesgado por atacar a Rueda, Perrone se "tiró con todo" y, para evitar tocar la rueda trasera de su rival, "tuvo que levantar su moto y se fue afuera". Este error puso fin a su lucha por la victoria, y finalmente cruzó la meta en la sexta posición. José Antonio Rueda se llevó el triunfo, seguido por Máximo Quiles y Adrián Fernández.
Analizando la carrera, Perrone expresó su satisfacción por el ritmo: "Hicimos una carrera muy buena, con batallas increíbles con Rueda, quien tenía un ritmo increíble". Lamentó el incidente con Muñoz y su error final: "En la quinta vuelta, Muñoz me tocó, perdí muchas posiciones y tuve que darlo todo para volver a los primeros puestos. Sin embargo, en la última vuelta, intenté abrir un poco la trazada, pero no pude frenar la moto con el rebufo, me fui largo, casi me caigo y perdí muchas posiciones". A pesar de la frustración, se mostró optimista: "De todas formas, podemos estar contentos con nuestro ritmo; fue increíble. Tenemos que seguir trabajando, mantenernos fuertes para las próximas carreras, y estoy seguro de que nuestra primera victoria llegará pronto".
Tras la carrera, Perrone se acercó al box de David Muñoz para pedirle explicaciones por el toque en la quinta vuelta.
El piloto argentino, que actualmente se ubica octavo en la tabla con 108 unidades, ahora enfrentará un nuevo desafío con pistas desconocidas en Japón, Indonesia y Australia, antes de las paradas en Malasia, Portimao y Valencia. A pesar del pequeño error final que le impidió pelear por la victoria, Perrone ha demostrado en su primer año en el Mundial una notable "velocidad, templanza y madurez para estar ahí arriba", sugiriendo que "una victoria parece estar al caer".