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Diputados: ¿Cuáles son los votos en duda y qué señales dieron?

Quienes defienden a las universidades públicas necesitan 172 votos para blindar los dos tercios. El gobierno, en su intención de asfixiar a las casas de estudio dejándolas sin financiamiento, necesita de 86 “héroes” mileístas. En agosto, el proyecto original se aprobó por 158 votos afirmativos, 75 negativos. Hubo 5 abstenciones y 18 ausencias. Teniendo en cuenta que de un lado y el otro hay bloques sólidos -Unión por la Patria, la izquierda, Democracia para Siempre por un lado; La Libertad Avanza, el macrismo y Liga del Interior por otro- la mirada se enfoca en los votos que están en duda.

Luego de días de mucha tensión con los gobernadores, la Casa Rosada buscó oxigenar el diálogo nombrando ministro del Interior a Lisandro Catalán. Convocó a una reunión general a la que solo acudieron Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). Luego Catalán se reunió individualmente con Gustavo Sáenz (Salta) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). Y abrió la billetera para soltarle algunas monedas de aportes discrecionales a provincias amigas. En ese marco, la provincia clave es Misiones, cuyo gobernador es Hugo Passalacqua pero el verdadero jefe político es Carlos Rovira. De él dependen los votos de los diputados Daniel Vancsik, Yamila Ruiz y Alberto Arrúa. Los cuatro se ausentaron en la votación de agosto y habitualmente tienen posiciones resbalosas según las negociaciones de Rovira. Carlos Herrera Ahuad, exgobernador y primer candidato de la lista rovirista para octubre, se manifestó enérgicamente en favor del financiamiento universitario. Cabe la posibilidad de un doble juego: que los diputados voten en un sentido y el candidato vocifere lo contrario a sabiendas del rechazo social que genera el veto de Milei para así tratar de quedarse con el pan y la torta.

En las últimas horas, Rodrigo de Loredo confirmó en una entrevista que al menos 11 de los 14 diputados del bloque de la Unión Cívica Radical votarán contra el veto de Milei. Sin embargo, los que están en duda son cuatro. Atilio Benedetti votó a favor del proyecto pero ahora podría cambiar: responde al gobernador entrerriano Rogelio Frigerio, que ayer anunció de manera oficial su alianza con La Libertad Avanza. En Chaco, la banca a la que hay que prestar atención es la de Gerardo Cipolini, que responde a Zdero. En agosto estuvo ausente. ¿Ahora votará en contra del financiamiento universitario como hizo su colega Marilú Quiroz? Los otros votos radicales que generan incertidumbre son los mendocinos que responden a Cornejo. Se trata de Pamela Verasay y Lisandro Nieri, también ausentes en la votación original del proyecto. La cordobesa Soledad Carrizo también forma parte de la misma línea interna del radicalismo pero votaría a favor como lo hizo antes. No hacerlo tendría un agravante: estuvo en la UNC reunida con sus autoridades cuando convocaron a los diputados y diputadas de nuestra provincia para apoyar el proyecto.

En Entre Ríos, el otro voto importante es el de Francisco Morchio, que pertenece a Encuentro Federal pero también responde a Frigerio. En agosto se abstuvo.

Los salteños de Innovación Federal -comparten bloque con los misioneros mencionados anteriormente- responden a Sáenz, que criticó fuertemente a la Casa Rosada pero luego recibió a solas a Catalán. Pamela Calletti, Pablo Outes y Yolanda Vega votaron a favor y se presupone que votarán en el mismo sentido.

Por último, la chubutense Ana Clara Romero se abstuvo en la votación original pero responde a Nacho Torres, el gobernador que forma parte de Provincias Unidas y que tiene un discurso que pregona la defensa de la universidad pública. ¿El voto de Romero se animará a borrar con su voto lo que dijo Juan Schiaretti el viernes pasado como líder de ese nuevo armado?

Esta docena de votos es la que puede definir la votación de una sesión que seguramente será de alta temperatura y prolongada duración.

El jefe de bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, deslizó su enojo en medio de las negociaciones y poroteos durante el día de ayer en un tuit: “Es inconcebible que a menos de 24 horas de una sesión tan trascendente en Diputados aún existan diputados y diputadas que no hayan definido su voto en temas tan sensibles. No se puede especular con el Garrahan y el financiamiento de las universidades”. La lectura entre líneas es que algunos de los intentos libertarios de lubricar las manos de los diputados dubitativos podían llegar a dar resultado.

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