En diciembre de 2023, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto conocido como la “Ley Nicolás” que tiene como objetivo evitar diagnósticos errados y mala praxis.
Casi dos años después, y al borde de perder estado parlamentario, la Cámara de Senadores hizo lo propio y también aprobó la iniciativa que legisla la atención sanitaria y que lleva ese nombre en honor a Nicolás Deanna, un joven que falleció por una meningitis bacteriana no detectada a tiempo.
El proyecto contó durante estos años con el empuje de la ONG "Por la Vida y la Salud", liderada por Gabriela Covelli, mamá de Nicolás.
La votación fue aprobada con 69 votos a favor y 1 en contra (la cordobesa Carmen Álvarez Rivero). Hubo además 3 ausentes al momento de la votación.
El primer artículo de la ley establece que se debe asegurar el “derecho a una asistencia sanitaria de calidad y segura, centrada en las personas y en las comunidades, a través de la definición de un marco jurídico e institucional que promueva la transformación de las pautas culturales, la mejora de las condiciones de la práctica sanitaria, la incorporación de herramientas tecnológicas adecuadas, la disminución de daños evitables, y el cuidado del marco de trabajo del equipo de salud”.
Además, se instaura "una duración de los turnos y de las horas de trabajo del equipo de salud que eviten su agotamiento" y garantiza "una dotación del personal de salud que satisfaga las necesidades del servicio".