Pop, baladas e indie: así suena Laberinto, el disco debut de Anael
La joven artista Anael acaba de lanzar su disco debut Laberinto, ya disponible en plataformas digitales.
Anael es una cantautora emergente de Monte Maíz, Córdoba. Con apenas 20 años, despliega un universo sonoro íntimo, honesto y emocional. Su música combina pop, baladas, rock nacional e indie, con una sensibilidad que conecta lo personal y lo universal.
Desde que tomó su primera guitarra a los 5 años, Anael no dejó de explorar. Autodidacta y apasionada, fue incorporando técnicas, instrumentos y experiencias que hoy cristalizan en su primer disco, Laberinto.
“Laberinto no es un lugar del que hay que escapar. Es el camino que cruzamos para poder decir lo que sentimos”, expresa Anael, quien encuentra en este trabajo no solo un disco, sino un punto de llegada y de partida en su trayectoria artística.
En su recorrido ya brillan hitos: la Convención de Talentos en México, sus primeros escenarios junto a una banda propia y, más recientemente, su participación en BEAT, el curso intensivo de Cris Morena en Otro Mundo, que marcó el inicio de una etapa profesional.
El pasado 30 de agosto, Anael presentó oficialmente su álbum debut Laberinto en Platz (Córdoba Capital), con un show íntimo y emotivo que condensó la esencia del disco. Semanas después, el 20 de septiembre, se presentó en el escenario mayor de la Fiesta de la Primavera de Villa Carlos Paz, en el marco de la celebración de los 30 años del evento. Ante miles de personas, compartió su propuesta pop-indie con un show cargado de frescura y emoción, consolidando así un nuevo hito en su joven trayectoria.
Mirá el videoclip de “Hombres sordos” de Anael:
Sobre Laberinto
Su primer disco Laberinto, es una obra que nace del caos emocional y se transforma en un mapa sensible de su búsqueda artística y vital. Producido por Marcelo Predacino en PredaSound (San Telmo, Buenos Aires), el álbum reúne 10 canciones (8 originales y 2 reversiones) que funcionan como pasajes, paredes y salidas de un recorrido interior.
Cada track se convierte en una pieza clave de este camino: el amor, la melancolía, la contradicción, la vulnerabilidad y la fuerza conviven en un universo donde perderse se vuelve necesario para encontrarse. Aunque gestado a partir de singles, el disco encuentra su cohesión en un hilo conductor: la identidad, el descubrimiento y la transformación.