Diego Dirisio, un hombre prófugo de la Justicia paraguaya fue detenido hace dos años por la Policía Federal Argentina en Córdoba, tras una denuncia anónima que reveló su paradero. El detenido tenía alerta roja de Interpol y estaba acusado de integrar una red vinculada al tráfico internacional de armas. El Complejo Vermelho, de Brasil, habría sido uno de sus compradores.
Según explicó el juez federal Hugo Vaca Narvaja, en Mirá Quién Habla, la detención se produjo “a partir de una denuncia anónima que llegó por correo electrónico”. En ese mensaje se indicaba con precisión el lugar donde el prófugo se alojaba, en la zona norte de la ciudad de Córdoba. “El mail decía que lo habían visto y daba la dirección exacta. Para mí fue una entrega”, comentó el magistrado, aludiendo al modo en que se concretó la captura.
De acuerdo con la investigación, el hombre se había fugado de Paraguay tras un allanamiento en su domicilio. Temiendo ser detenido, cruzó de manera clandestina a la Argentina y se instaló en Córdoba junto a su familia, donde llevaba una vida aparentemente tranquila hasta que la Federal lo localizó. “Vivía en el Cerro, muy tranquilo, hasta que lo detuvimos”, relató Vaca Narvaja.
El juez recordó además que el detenido “lleva casi dos años preso”, mientras que su esposa —también imputada— obtuvo la prisión domiciliaria para cuidar a sus dos hijos adolescentes. La situación judicial del hombre, añadió, “es más compleja”, ya que enfrenta procesos en Paraguay y en Brasil, donde la causa, según su defensa, “permanece estancada”.
En cuanto a los cargos, Vaca Narvaja precisó que se investiga la venta de armas en Paraguay, con presuntas operaciones de compra en Europa y posterior reventa en Sudamérica. La defensa, sin embargo, sostiene que se trató de “una transacción legal de 60 pistolas acreditadas con documentación”.
