“ANDAR DESCALZA PARA SENTIR LA VIDA”: EL EMOTIVO RECUERDO DE MARIANA MARTÍNEZ A LUIS JOSÉ VALLETTO

Entre los momentos más conmovedores del acto en que el Jardín de Infantes de Potrero de Garay fue nombrado “Luis José Valletto”, se destacó el testimonio de Mariana Martínez, directora de Cultura de la localidad, quien compartió recuerdos personales cargados de ternura y gratitud hacia quien, según sus palabras, “enseñó a toda una generación el valor de la humildad y el amor por Potrero”.

Visiblemente emocionada, comenzó diciendo: “Para mí es una emoción muy grande tener a toda la familia de Luis acá, ya que he crecido con ellos desde que tengo siete años. Luis me enseñó a andar descalza. Me decía que la energía de la tierra y de la naturaleza nos sana el alma”.

Ese gesto simple —andar descalza— se convirtió en el hilo conductor de un relato íntimo que resumió la filosofía de vida de Valletto: la conexión con la naturaleza, la humildad y la generosidad sin límites. “Nos enseñó que sin humildad no vamos a ningún lado. Eso nos dejó Luis: la humildad, el amor y el cariño por este lugar que tanto amó”, expresó.

Martínez recordó también los años en que Valletto fundó El Hornero, aquel espacio de encuentro educativo y espiritual junto al río San Pedro. “Él decía: ‘Acá voy a hacer mi escuela de vida’. Y así fue. Recibía a los chicos con el cuerno, corría adelante del colectivo para guiarlos, hacía fogatas, contaba historias de los comechingones y compartía su casa sin pedir nada a cambio, solo que trajeran comida para compartir”, relató.

Con voz entrecortada, la funcionaria cerró su mensaje mirando al público y a la familia Valletto: “Luis nos enseñó a amar Potrero. Él era de Las Varillas, pero su corazón se quedó aquí. Espero que las generaciones que vengan puedan conocer su historia y entender que Luis era humildad, amor y entrega. Todo eso es lo que hoy honra su nombre en este jardín”.

Su testimonio fue recibido con un aplauso largo y sentido, como una caricia colectiva a la memoria de un hombre que, como pocos, supo dejar huella en el alma de Potrero de Garay.