Un estudio de ANSES hizo una relación entre decesos y condición laboral, con datos oficiales de 2022-2023, y encontró una fuerte relación entre la tasa de mortalidad y la condición laboral en la Argentina. “La Tasa Estandarizada de Mortalidad (TEM) de los aportantes previsionales es de 1,7 por mil, 47% inferior a la de la población total y 62% menor que la de los no aportantes”, resume el informe, que indica que para los trabajadores informales la TEM se eleva a 4,5 por mil.
“La condición de aportante previsional funciona como un factor protector ante el riesgo de muerte”, concluye el informe.
Es un dato central teniendo en cuenta que el documento que publicó ANSES señala que de 26.774.098 trabajadores y trabajadoras en Argentina, hay 15.457.949 que no son aportantes mientras que solo 11.316.149 realizan algún tipo de aporte, ya sea al régimen general, a cajas de provincias no transferidas, a algún régimen especial o son independientes (monotributistas, autónomos y personal de casas particulares).
Entre el universo de trabajadores que aportan también hay diferencias sustanciales. “Los trabajadores en relación de dependencia presentan una TEM 17% superior a la de los independientes”, señala ANSES. 1,78 por mil es la REM de quienes están en relación de dependencia contra 1,46 por mil de los independientes. Para explicar este fenómeno, que denomina como a priori “contraintuitivo”, el informe destaca que hay muchas señales para pensar que el ingreso registrado de los trabajadores independientes no refleja sus ingresos reales. Y agrega una segunda cuestión: “Una cuestión que debe tenerse presente en relación a la lectura de la mayor mortalidad de los aportantes RD (NdR: en relación de dependencia) respecto de los independientes, subyace en el marco legal que les aporta una ventana de cobertura cuando enferman (licencias), mientras que los trabajadores independientes pierden su calidad de aportante el mismo mes en que dejan de pagar”.
Además, el documento publicado asegura que “el ingreso funciona como un agente protector” ya que “con cada duplicación de ingresos, el riesgo relativo se reduce sólo 6% para el total de aportantes, aunque 17% en RD”. Al igual que en el análisis del párrafo anterior, “esto indica que los independientes moderan el impacto del ingreso, muy posiblemente porque su renta de referencia subestima su real nivel de ingresos”.
Otro punto a tener en cuenta es la diferencia significativa en la segmentación por género: “La mortalidad de los varones es superior a la de las mujeres para todas las edades y sin importar la condición de aportante”. La tasa de mortalidad de los varones en relación de dependencia es 72% mayor que la de las mujeres en la misma condición. En independientes, el porcentaje se reduce a 28%.
Los varones presentan sistemáticamente tasas más altas que las mujeres en todas las categorías. A modo de ilustración, en RD, la TEM ajustada por edad de los varones (2,27) es 72% mayor que la de las mujeres (1,32). Para Independientes, la TEM de los varones (1,80) es 28% mayor que la de las mujeres (1,41).
