Córdoba se ubica como referente regional en el mapa de la industria del bienestar
Aunque existe una tendencia a creer que solo en los últimos años se ha puesto de moda la visión holística del cuidado de nuestra salud, la idea de que cuerpo, mente y espíritu están conectados entre sí no es nueva; todo lo contrario.
Hace más de dos mil años la medicina tradicional china se basaba en eso; los griegos y los romanos promovían el equilibrio entre ejercicio y dieta a través de su “mens sana in corpore sano”; y las civilizaciones indígenas también tenían sus tradiciones de sanación holística.
Aquellas creencias claramente no formaban una industria, aunque sí sentaron las bases conceptuales del bienestar integral actual.
Mucho más acá en el tiempo, entre las décadas del 50 y del 70 se dio inicio al movimiento del bienestar moderno tal como lo conocemos hoy.
Incluso con la llegada del nuevo siglo y la irrupción de internet se originó el furor de la era digital del bienestar, logrando el movimiento un auge exponencial a punto de transformarse en uno de los sectores de la economía mundial de mayor crecimiento, con un movimiento global por encima de los cinco billones de dólares anuales.
Pum para arriba
En ese contexto, y pese a la actual crisis y a todos los vaivenes que históricamente tiene nuestra economía, Argentina se ha convertido en uno de los países de la región en los que mayor trascendencia ha tenido este movimiento, cuyo propósito es mejorar la salud física, mental, emocional y espiritual de las personas.
En el creciente deterioro de su calidad de vida radica precisamente una de las razones de la adhesión de los argentinos a la industria del bienestar:
Un informe de la consultora Kantar determina que sólo el 39 % de los argentinos admite sentirse bien a nivel físico y mental, ubicando ese porcentaje en el más bajo de América Latina.
La industria del bienestar es una de las pocas que tiene una demanda creciente, impulsada por el estrés laboral, el envejecimiento poblacional y el deseo de una vida más equilibrada por parte de consumidores conscientes que valoran la sostenibilidad y la salud mental.
Uno de los sectores que más ha crecido es el del “turismo del bienestar”, que en el mercado argentino alcanzó los USD 1.000 millones en 2022 y que prevé un crecimiento para 2030 hasta llegar a los USD 2,3 mil millones.
Sólo en aplicaciones móviles de bienestar Argentina generó USD 144,7 millones en 2024, con proyección a unos USD 332,2 millones para 2030.
Elijo creer
A quienes la interpelamos sin saber demasiado, la industria del bienestar puede parecernos intangible y hasta podemos cometer el error de considerarla frívola. Sin embargo, vale la pena adentrarse en sus principios para comprender que se trata del conjunto de actividades económicas, productos y servicios destinados a mejorar la salud física, mental, emocional y espiritual de las personas, más allá del tratamiento tradicional de las enfermedades.
Desde hace unos años Córdoba se ha posicionado como un referente regional en el nuevo mapa de la industria del bienestar. Muestra de ello es que entre el próximo 18 y 20 de noviembre nuestra ciudad será sede del Congreso Internacional de Bienestar, Tecnología y Educación, que contará con la presencia de especialistas provenientes de España, Chile, Guatemala, EE. UU., México, República Dominicana y Venezuela.
La cita será en el Centro Cultural Córdoba y en el Concejo Deliberante.
Allí se reunirán expertos en salud física, mental y emocional, líderes sociales, empresarios, educadores y agentes de cambio.
A través de charlas inspiradoras, paneles, talleres y espacios de conexión, se abordarán las tendencias del bienestar actual: la educación emocional, la felicidad organizacional y corporativa, la sostenibilidad, la inteligencia emocional, el turismo de bienestar, la inclusión laboral y el uso ético de la tecnología para el bienestar colectivo.
Ecosistema universitario
La impulsora de esta iniciativa es Soledad Kempa, consultora cordobesa en RR. HH. (Recursos Humanos) y cofundadora del Ecosistema de Bienestar.
Para Kempa, “Córdoba tiene todas las condiciones para articular el potencial educativo y tecnológico de las nuevas demandas de bienestar a nivel global”, ya que cuenta “con un ecosistema universitario potente, talento en programación y una fuerte industria tech (empresas que utilizan tecnología para crear productos y servicios digitales que transformen la vida cotidiana de las personas)”.
Soledad Kempa recuerda que “la industria del bienestar nace de un paradigma que se analiza desde hace más de dos décadas a partir de estudiar las poblaciones y los individuos que las habitan a nivel de la psicología positiva. O sea, se empezó a investigar qué le sucedía a las personas y cómo empezar a trabajar el desarrollo humano como individuo y en comunidades”.
En diálogo con CBA24N, la docente universitaria analizó de qué manera se ha desarrollado la industria del bienestar en Argentina.
“En Buenos Aires está más vinculada al marketing de las empresas, pero en Córdoba no ocurre tanto eso, sino que se están haciendo estudios acerca del bienestar para poder accionar con la prevención y con la acción, tanto a nivel privado como público”, describe Kempa, quien además es creadora de programas de inserción laboral para personas de más de 50 años.
“En Córdoba —aclara— el Gobierno tiene una medición que hace a través del coeficiente Gini, que es una unidad de medida estadística que se utiliza desde hace más de un siglo para analizar la desigualdad y la distribución de la riqueza en un mismo territorio, y que tiene que ver directamente con las condiciones de bienestar que tienen los individuos”.
Advierte, de todos modos, que el gran desafío es “visibilizar esos resultados” y que ese es uno de los objetivos de este congreso: “vincular a cada uno de los actores que están trabajando de manera aislada en la población y que no sabe que el otro existe”.
El congreso fue declarado de interés turístico provincial y ofrecerá una agenda vivencial con stands de emprendedores, sesiones de coaching gratuitas, experiencias artísticas y paseos temáticos.