Las historias de las personas comunes que sobresalen, no siempre se las muestra en grandes marquesinas, porque cobran relieve por su humildad y esa notoriedad surge de lo cotidiano y de pensar que todos lo podemos lograr.
Sin pretender ser un ejemplo, aunque su actitud frente a la vida así lo amerita, la decisión de Claudia Fernández de volver a practicar natación después de varios años y de “ser mamá” como ella lo dice, es digna de destacar, tanto que ni ella misma imaginó que su retorno a la pileta le iba a abrir la puerta a tantas inimaginables metas y aventuras.
Un natatorio que abrió sus puertas en día no laborable para que podamos hacer esta nota, es un gesto digno de agradecer a toda la gente del Instituto José Peña del barrio Villa Cabrera, lugar donde nos encontramos con Claudia para que nos contara su historia.
El equipo de nadadoras y nadadores de aguas abiertas entrena en el natatorio del Instituto Peña, donde Claudia Fernández, la nadadora que ha logrado clasificar para un mundial amateur internacional fue entrevistada por el programa FUERTE Y CLARO de Canal 10 y el streaming de SRT Media.
¿Cómo fue llegar a este certamen que va a ser dentro de unos días, del 4 al 7 de diciembre en Dubái?, fue lo que le preguntamos y nos contó que “Yo nado el 7 de diciembre. Es una experiencia terrible. Nunca imaginé clasificar para ir al mundial, pero bueno, el evento este vino en marzo y ahí ya clasifiqué y después en octubre nadé en Bayahíbe, República Dominicana, y ahí volví a clasificar saliendo segunda en mi categoría. Y bueno, cuando llegué acá, todo el mundo, que cómo no vas a ir, cómo no vas a ir… y después, de a poco, se fue enterando mucha gente, hasta que un par de empresas, para las cuales yo asesoro y trabajo con ellas, me ayudaron. Me dijeron, tenés que ir, tenés que ir. Y bueno, y ahí empezó todo esto, con los chicos de la pileta, que también tenés que ir.”
Un deporte convertido en pasión
Le preguntamos ¿Cómo fue su relación con la natación? si siempre nadó desde niña, o empezó a nadar ahora, en la adultez, ¿cómo es su relación con el agua? Y nos comentó que “yo nadaba cuando era chica, después dejé, en el secundario ya no nadé más, me dediqué todos estos años ser mamá. Hace dos años, en el 2022, empecé a nadar, por una cuestión de que no hacía nada, y empecé a venir a la pileta y justo mi marido trabaja con una chica que hace aguas abiertas, y me invitó a participar, y bueno, en el 22 fue mi primera experiencia, una travesía, después se convirtió como en un hobby, y hoy es una pasión venir a nadar, entrenar, ir a todos los torneos que puedo en el verano.”
“Empecé nadando acá en todas las que son provinciales, acá en Córdoba, y después me fui probando un poquito más allá, nadé en río, y después probé en el mar. Eso es aguas abiertas”, detalló.
La natación como actividad física aconsejable
En el lugar nos acompañaba Juan Pablo Ahumada, el entrenador de un equipo de nadadores y de esta nadadora que se va a Dubái ahora, al que le preguntamos ¿Cómo es esto de practicar la natación para personas adultas y nos contó que “es un equipo máster, máster son los nadadores ya más adultos, que hacemos la disciplina de aguas abiertas, que es parte de una disciplina de natación, que se nada en espejos de agua, ríos y en el mar, es un equipo que hemos empezado hace 5 años aproximadamente, muy a pulmón, y con esfuerzo hemos empezado a conseguir resultados.”
Nadar se aconseja sobretodo para personas que tienen una vida sedentaria, la natación sería entonces un deporte para todas las edades lo que fue ratificado por el entrenador quien agregó que “es un gran deporte porque el medio acuático permite algunas facilidades a la gente que tiene distintas restricciones de movilidad, entonces le da la oportunidad a hacer actividad física, a quizás personas que tienen problemas de rodillas, de espalda, es menos carga para esas personas, y por lo tanto una actividad con menos impacto.”
El desafió es entrenar a esta gente que no se dedica profesionalmente a la natación, porque son todos los nadadores y la nadadora, amateurs, sobre lo que nos dijo que “es difícil, porque cada uno tiene su ritmo de vida. Es negociar cuándo pueden, en qué horario pueden.”
“En las aguas abiertas se nada en un medio que no es este, la pileta, pero se entrenan al 90% en la pileta y también es encontrar los momentos para ir a los lagos, ríos, para poder entrenar y tener ese contacto con el medio que va a ser de la competencia”, destaco Juan Pablo, porque los ríos, el mar, los espejos de agua no son climatizados como esta pileta, inferimos.
No hay edad para los desafíos
En la continuidad del diálogo con Claudia, la nadadora que encara su gran desafío, le planteamos respecto de su relación con la natación que se cortó para ser mamá y le hicimos una pregunta indiscreta, pero que consideramos importante para valorar el esfuerzo que hace y quisimos conocer su edad, pregunta que respondió con orgullo: “tengo 53 años” y le seguimos preguntando: ¿desde cuándo retomó la natación? ¿A qué edad? y nos relató que fue “en el 2022, tenía 50 años y volví a nadar.”
En el lugar también se encontraban dos de los integrantes de este equipo que hacen también natación en aguas abiertas, Mauricio, por ejemplo, nos contó que “trabajo como técnico para distintas empresas y dedico una, una hora y media o dos a la semana a entrenarme y compito en aguas abiertas también con ellos.”
Sergio, por su parte nos contó que es “profesor de secundaria y en la parte informática también. A la natación le dedico cinco días a la semana, una hora todos los días.”
A su turno, Juan Pablo, el entrenador, nos dejó un consejo para aquellas y aquellos que no se animan a venirse a la pileta, no necesariamente para competir, sino para, aunque más no sea, hacer un deporte, respecto de lo que nos dijo “lo principal es que elijan algo que les gusta, porque eso es lo que les va a lograr adherencia y no un compromiso o algo que uno esté renegando de lo que hace. Primero te tiene que gustar. Eso le va a lograr adherencia y después, a veces, se dan las cosas naturalmente. Uno empieza como un hobby, pero uno no sabe dónde puede terminar. Le puede agarrar mucho el gusto, entrar en un equipo, anotarse en eventos o como en este caso, terminar en algo que jamás hubiera pensado que llegaremos ahí.”
Agradecer es necesario
Finalmente la invitamos a Claudia a nombrar a las empresas que la están acompañando, porque es importante, es una nadadora amateur, es cordobesa y ha participado ya en otros torneos, ha clasificado en distintos lugares, en distintas etapas, como República Dominicana y ahora se va a Dubái, por eso agradeció “al Parque Industrial Polo 52, a Siglo y a Transporte Morell”, empresas que apoyan el deporte y que por eso las mencionamos, simplemente para que veamos cómo se pueden apoyar estas iniciativas.
Al agradecer a las empresas que la acompañan subrayó: “me están ayudando a tratar de juntar los fondos para poder viajar, porque es como que fue muy de repente, pero ya está todo, ya está el dinero, ya está todo preparado.”
Claudia se puso su gorra de natación, para seguir preparándose para el viaje a Dubái y se lanzó a la pileta, como se lanza a esta aventura de nadar en aguas abiertas e ir cruzando fronteras, no solamente las geográficas, sino las otras, las de las propias limitaciones que nos ponemos a diario y que nos impiden animarnos a los grandes desafíos.
Asimismo, Claudia agradeció a toda su familia que la acompaña, a su marido especialmente y a todos sus compañeros, “con los cuales tenemos algunos objetivos, tenemos objetivos locos, como hacer Santa Fe-Coronda, el cruce del río La Plata, y estamos nadando y entrenando para llegar en algún momento a hacer eso. No tenemos límites, queremos ir.
Al despedirnos saludamos a José, el encargado de la Pileta del Peña y luego de agradecerle su amabilidad nos dijo que “es una pileta que se mueve de boca en boca, no hacemos mucha propaganda, pero realmente el tener buenos docentes hace que la gente se pase la voz y se difunda el buen trabajo que hacemos en esta pileta.”
A Claudia Fernández la espera Dubái, esa ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, la próxima escala de una pasión que no se pone límites, porque no los tiene.
