El próximo domingo, el presidente Javier Milei encabezará en el Área Material Río Cuarto la presentación oficial de los seis aviones de combate F-16 adquiridos a Dinamarca, destinados a reforzar la flota de la Fuerza Aérea.
El acto contará también con la presencia de ministros y funcionarios del Gabinete.
La llegada de estos F-16 marca un cambio significativo para la defensa argentina: después de casi una década, el país volverá a contar con capacidad de interceptación supersónica, perdida tras el retiro de los Mirage en 2015.
Los F-16
Se trata de cazas de cuarta generación modernizados al estándar “Tape 6.5”, similares a los operados por países de la OTAN. Están equipados con radares capaces de detectar múltiples objetivos a más de 100 kilómetros de distancia y cuentan con sistemas electrónicos actualizados.
Uno de los puntos clave del acuerdo con Estados Unidos es el paquete de armamento asociado, que incluye misiles AIM-120 AMRAAM, AIM-9 Sidewinder y munición guiada para ataques a tierra.
Milei había acompañado virtualmente el proceso de compra, mientras que el ministro de Defensa, Luis Petri, viajó a Copenhague para cerrar la negociación.
La operación establece un valor de 340 millones de dólares por 24 aeronaves —de las cuales seis ya llegan al país— más una unidad destinada a repuestos y entrenamiento.
El armamento adicional suma otros 310 millones de dólares, incluyendo misiles, pods de reconocimiento y equipos de guerra electrónica.
