Cambio en Seguridad: se oficializa la salida de Patricia Bullrich y la asunción de Alejandra Monteoliva
El Gobierno nacional formalizó este martes, mediante los decretos 851/2025 y 850/2025 publicados en el Boletín Oficial, la renuncia de Patricia Bullrich al cargo de ministra de Seguridad Nacional y la designación de Alejandra Monteoliva como su sucesora. Al mismo tiempo, se oficializó el nombramiento de Martín Ferlauto como nuevo secretario de Seguridad Nacional.
Bullrich dejará su puesto para asumir a partir del 10 de diciembre como senadora nacional por la ciudad de Buenos Aires, en representación del espacio político La Libertad Avanza (LLA). Agradeció “la confianza y el respaldo” para llevar adelante lo que denominó “la doctrina de seguridad y orden que hoy prevalece en el país”.
Perfil de Alejandra Monteoliva: continuidad con la “doctrina Bullrich”
Monteoliva tiene 55 años y es oriunda de Córdoba. Se formó en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Córdoba, y obtuvo una maestría en Desarrollo en la Universidad de Los Andes, en Colombia —país en el que residió 19 años y donde además trabajó para la Policía Nacional.
Su currículum incluye décadas de experiencia en políticas de seguridad: fue ministra de Seguridad de la provincia de Córdoba en 2012–2013, durante el gobierno de José Manuel de la Sota, luego pasó a desempeñarse en la estructura nacional; desde junio de 2024 se desempeñaba como secretaria de Seguridad Nacional bajo la gestión de Bullrich. La decisión de ponerla al frente del Ministerio fue explicada por el Gobierno como un gesto de continuidad: Monteoliva fue descrita como “pieza fundamental” de la llamada “doctrina Bullrich”, que prioriza la lucha frontal contra el narcoterrorismo, las mafias y la inseguridad.
Qué implica este recambio: expectativas y continuidad
El nombramiento de Monteoliva al frente de la cartera busca garantizar una transición ordenada y sin rupturas en las políticas de seguridad vigentes. Tanto desde la ex ministra como desde la nueva titular se subrayó que la gestión seguirá bajo los mismos principios: “mano dura, reglas claras y orden” como base para combatir el crimen organizado y fortalecer las instituciones de seguridad.
Con esta jugada, el Gobierno también parece cerrar de forma definitiva su estrategia de recambio en áreas sensibles con vistas al próximo período legislativo, lo que podría marcar una nueva etapa en su agenda de seguridad, justicia y orden público.
