Inter Miami vuelve a golpear: asistencia magistral de Messi y gol de De Paul para el 2-1 en la final
La final volvió a cambiar de manos. Cuando Vancouver había logrado emparejar el partido y el clima se había vuelto tenso en Florida, Inter Miami recuperó la iniciativa gracias a la sociedad más confiable del equipo. A los 70 minutos, un robo limpio de Lionel Messi en mitad de cancha abrió la jugada que devolvió la ilusión local.
El capitán le quitó la pelota Cubas y, con la defensa canadiense desacomodada, filtró una asistencia perfecta para Rodrigo De Paul, que atacó el espacio, superó la salida de Yohei Takaoka y definió con un toque suave y preciso para el 2-1. El estadio explotó y la final volvió a teñirse de rosa.
Antes de este golpe de autoridad, el partido había entrado en una zona gris para Las Garzas. Vancouver había alcanzado el 1-1 a los 60’ tras un remate de Ali Ahmed que terminó dentro del arco por una mala respuesta de Rocco Ríos Novo. Ese tanto había obligado al equipo de Mascherano a reacomodarse mental y tácticamente.
Con el nuevo gol, Inter Miami recupera confianza y vuelve a quedar a un paso del primer título de MLS de su historia. Messi, que ya había generado dos chances claras en la etapa inicial, aparece en el momento crucial con una acción determinante. De Paul, por su parte, ratifica su peso en los partidos importantes.
Quedan minutos intensos por delante, pero el local vuelve a tener la final en sus manos.