Serrat, contra «el puto pensamiento único” y “el uso de la inmigración que hace la Derecha”
Retirado ya de la composición oficial de música, Joan Manuel Serrat puede hacer recorridas por diferentes lugares.
En los últimos días pasó por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Por un lado, fue parte de diversas presentaciones, aunque también recibió el Honoris Causa de la Universidad local, y tuvo una charla con jóvenes.
En sus alocuciones le dedicó un importante espacio al canto: “Cualquiera puede cantar, porque siempre está el vicio, el gusto de cantar. Y cantar va a unir a la humanidad. Yo estoy a favor de que la gente cante, y estoy en contra de quienes impiden a otra gente cantar, porque cantan mal”.
Entre anécdotas, se hizo lugar para algunas menciones argentinas. Por caso, cuando le preguntaron por su apodo de ‘Nano’, y lo asoció al llamado de ‘pibe’ en nuestro país. A su vez, dijo que el último libro que leyó fue "Bue", la novela de Martín Caparrós.
Fue singularmente tajante para condenar el desprecio a personas inmigrantes a lo largo de múltiples países en el mundo.
Y sentenció: “Hoy se construyen cercas a la humanidad, se deja varadas a personas en las playas, bajo argumentos que distan de ser reales. Como si fueran los inmigrantes a robar a una caja de los países: yo no me imagino Estados Unidos sin inmigrantes, porque quiénes les recogerán sus frutas o limpiarán sus casas”.
Con contundencia, asoció dichas políticas a la ideología, porque “puede ser pobre el migrante, pero no es idiota”, y “siempre enriquece al lugar al que va y trata de entrar”.
Amplió diciendo, a su vez, que vivimos “una época muy miserable”, porque “gobiernos de países poderosos tienen en la inmigración un caldo de cultivo favorable para la Derecha”, cuando en realidad “hace falta solidaridad, humanidad, valores que el humanismo puede aportar”.
Después de citar a Benito Juárez y bregar por una buena libertad, señaló que “hoy en día nos machacan todo el tiempo con un pensamiento único”. Y agregó: “El puto pensamiento único solamente nos lleva al desastre”.
Recibió consultas de jóvenes en un momento, como cuando emocionada, una mujer le preguntó cómo hacía “para seguir sonriendo con los ojos” en medio de las crisis del mundo.
“La vara de medir de la dificultad depende de los que nos ocurrió, lo que nos ocurre y que creemos que ocurrirá. Allí ingresan el miedo y esperanza, que están siempre con nosotros. Hay que empujar por la parte de la esperanza; el miedo nos lleva a la inactividad”, concluyó.