Córdoba

Dos años de Javier Milei: el costo del ajuste en la vida de los jubilados

Dos años se cumplen de la llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación y el sector de las personas jubiladas, dentro del mapa social, sigue siendo uno de los más afectados. El gobierno impulsó una serie de reformas en nombre del equilibrio fiscal y la “motosierra” que reconfiguraron el sistema previsional, los beneficios sociales y el funcionamiento del PAMI. El resultado: pérdida de poder adquisitivo, más obstáculos para acceder a medicamentos y una creciente sensación de retroceso en derechos conquistados.

Movilidad ajustada por inflación

El Gobierno de Javier Milei modificó la fórmula de movilidad jubilatoria en 2024: el decreto 274/2024 estableció que los haberes se actualicen mensualmente en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC), en lugar de la fórmula anterior que combinaba salarios (RIPTE) más recaudación previsional. El “bono compensatorio” de $70.000 para jubilados que cobran hasta un haber mínimo fue congelado desde marzo de 2024, sin ajuste por inflación.

El haber mínimo acumula un deterioro real desde 2024, profundizado por el congelamiento del bono. Para los cerca de 3 millones de jubilados y pensionados del sistema contributivo que dependen de la combinación entre la mínima y ese bono, la consecuencia es clara: este año volvieron a perder poder adquisitivo. Según la Subsecretaría de Seguridad Social, la caída rondará el 4% si la comparación se hace contra la inflación promedio medida por el Indec.

Como todos los años, la Defensoría del pueblo de la tercera edad a cargo del Dr Eugenio Semino, elaboró la canasta básica de los jubilados que en octubre de 2025 superó el millón y medio de pesos. Según la propia defensoría, significa una situación de emergencia alimentaria, sanitaria y habitacional.

Veto presidencial: la política previsional como trinchera

Durante el 2024 el Gobierno vetó la ley de movilidad jubilatoria aprobada en el Congreso. En ese momento el presidente justificó el veto argumentando que la ley implicaba un gasto del 1,2% del PBI, lo que, según él, afectaría la economía. La Cámara de Diputados no logró revertirlo, por lo que la decisión se mantuvo.

En agosto de 2025, el Congreso aprobó un aumento del 7,2% para pensiones, una suba del bono y la reincorporación de la moratoria previsional por dos años. Tal como ocurrió en 2024, el presidente Milei vetó la ley argumentando que era incompatible con el ajuste fiscal.

PAMI: menos cobertura

La obra social de los jubilados restringió el acceso al vademécum de medicamentos gratuitos. Desde diciembre de 2024, para conservar la cobertura total deben cumplir varios requisitos: no tener prepaga, no poseer vehículo reciente, no tener más de un inmueble y percibir ingresos menores a 1,5 haberes mínimos. Muchos quedaron automáticamente afuera.

El recorte generó tal impacto que durante este año hubo fallos judiciales en distintas provincias ordenando al PAMI restituir la provisión gratuita de medicamentos esenciales.

Otra de las medidas implementadas por Pami, en noviembre de este año, bajo el lema de “controlar a los prestadores” terminó perjudicando, una vez más, a los afiliados. Desde ahora existe una especie de “cupo” en las instituciones para la atención con especialistas y la realización de estudios.

Las calles como escenario del reclamo

A lo largo de este año, siguieron las protestas de los jubilados. En Córdoba en la Plaza San Martín, a punto de cumplir las 90 rondas, se dan cita cada miércoles para hacer oír sus reclamos.

En Bs As, frente al Congreso donde la violencia no estuvo ausente a través de los golpes y el gas pimienta de las fuerzas de seguridad.

En marzo ocurrió un hecho inusual: hinchadas de diversos clubes de fútbol expresaron públicamente su apoyo a los reclamos de los jubilados. Ese gesto amplificó la visibilidad del conflicto.

Luego, el veto a la ley previsional desató nuevas movilizaciones, con jubilados, sindicatos y organizaciones sociales marchando juntos. La imagen de personas mayores frente al Congreso, bajo la consigna “Con los jubilados no!”, se consolidó como una expresión colectiva del límite social al ajuste.

Preguntas incómodas

Tras dos años de gestión del presidente Javier Milei, el panorama para los jubilados deja planteadas preguntas incómodas: ¿Puede haber libertad cuando se ajusta sobre medicinas, tratamientos y cuidados básicos? ¿Qué responsabilidad asume el Estado frente al derrumbe del poder adquisitivo de quienes dependen exclusivamente de su haber mensual? La discusión no es solo económica: es ética y política.

Los jubilados no están reclamando privilegios: están reclamando derechos. Su presencia en las calles demuestra que los años, lejos de quitarles fuerzas, les permiten sostener la lucha por su dignidad.

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